Los "encadenados" de las cuevas de Altamira finalizaron su protesta

Unos minutos después de la medianoche del domingo, el alcalde de Santillana del Mar, Javier Rosino; el diputado provincial del PRC y los dos concejales del citado ayuntamiento que, desde las dos de la tarde, permanecían encadenados en la puerta de las cuevas de Altamira, depusieron su actitud ante el requerimiento de la autoridad gubernativa. Con esta acción se pretendía llamar la atención de la opinión pública en tomo al incumplimiento, por parte de la Administración, de los compromisos establecidos, por los cuales el estudio sobre el estado actual de las pinturas rupestres que en Altamira se encuentran estaría terminado para finales del presente mes.

Tres años después de que la Administración decretase el cierre de las cuevas de Altamira ante el deterioro de las pinturas, los estudios se han ido retrasando sin que se ofreciese ningún tipo de explicaciones, imposibilitando la apertura controlada de la cueva al público. Actualmente es la Universidad de Santander la encargada de realizar las investigaciones pertinentes.

Con la concentración y posterior encadenamiento de los ediles de Santillana del Mar se da un paso más en la batalla que diferentes fuerzas sociales están llevando por la apertura de Altamira. En el mismo sentido, Jaime Blanco, diputado socialista por Cantabria, visitó el sábado el interior de las cuevas, después de haberle sido negado anteriormente el permiso, declarando a su salida que la actitud tomada por el Gobierno tras el cierre es «como ingresar a un enfermo en el hospital y que no le vea un médico en cuatro años». Javier Tusell, director general del Patrimonio Histórico Artístico, ha declarado, por su parte, que seguirá fielmente las pautas de acción que le marquen quienes dirigen la investigación.