El castellano en la Universidad de Barcelona
Francisco Umbral ha conseguido para el castellano un estilo periodístico agudo, incisivo, corrientemente elogiado -y no seré yo quien disienta de esta opinión generalizada-, que sólo redunda en beneficio de la lengua en que se expresa, cuyas abundantes maneras de decir amplifica y enriquece. Por ello, su aportación sólo debería merecer plácemes.., con la condición, sin embargo, de que un estilo tan atractivo sea vehículo de contenidos verdaderos. Porque he de preclamar que el artículo El castellano, aparecido en EL PAIS del pasado día 22, está montado sobre falsedades intolerables. En lo que sigue procuraré reparar la injusticia.En la Universidad de Barcelona existe no un departamento de castellano, sino dos: el de Lengua Española y el de Literatura Española. Me sonroja un tanto hablar de mí, pero he de afirmar que durante casi treinta años la enseñanza de lingüistica histórica española ha ido fundamental a mi cargo y son muchos los nombres de ya ilustres profesionales que se han formado conmigo, que han elaborado bajo mi dirección tesis doctorales, a menudo estupendas contribuciones al conocimiento de la lengua. En el dominio de la literatura, los nombres de Rubio i Lluch, Valbuena Prat, José Manuel Blecua y Antonio Vilanova, por no citar sino nombres señeros, garantizan un balance que supera con mucho al de mi modesta contribución.
Hay más, empero. Continuando con una tradición que había empezado la catalana universidad de los años treinta, que invitó, entre otros, a Dámaso Alonso, a Rafael Lapesa, a Manuel García Blanco, etcétera, en el presente curso tiene lugar un ciclo de conferencias en el que han participado o participarán Cela, Delibes, Goytisolo, el mismo Umbral, Torrente Ballester, Vázquez Montalván. Se ha aprovechado el paso por Barcelona de Jorge Luis Borges para que dé una conferencia. El primer número de una revista que sacan los estudiantes aparece dedicado, por iniciativa suya, al centenario de Quevedo. Justamente dicha conmemoración ha culminado hace un par de días con una conferencia de Rafael Alberti, organizada por los propios estudiantes y que obtuvo un éxito clamoroso. Además, del 1 al 4 de mayo, la Universidad barcelonesa abre sus puertas al Primer Simposio de Lengua y Literatura Españolas para profesores de bachillerato, al que, si en principio estaba prevista una asistencia de un centenar de inscritos, éstos rozan hoy el millar. Ademas de comunicaciones monográficas, figuran en el programa conferencias sobre el tema de lengua y literatura españolas por José Manuel Blecua, Emilio Alarcos Llorach, Gonzalo Torrente Ballester y yo mismo. ¿A qué continuar? Nuestra universidad es consciente de su responsabilidad con respecto a la importante literatura castellana.
Cuanto llevo dicho no se contradice con la reivindicación de la hasta ahora maltrecha lengua catalana, por cuya normalización luchan los universitarios barceloneses.
Acabo de citar dos nombres de allende fronteras. En la facultad de Filología se explica Literatura Universal. Sin duda, por el espíritu que la informa, todo el mundo ha encontrado muy natural que se dediquen sesiones necrológicas a Roland Barthes y a Jean Paul Sartre, del mismo modo que estamos preparando la conmemoración del milenario de Virgilio.
Más datos podría aducir para justificar mi aserto. Insisto: el estilo agudo e incisivo de Francisco Umbral no corresponde, por lo menos en esta ocasión, a la realidad que aparenta denunciar. Y, como universitario y como catalán, lo denuncio enérgica y lealmente. En especial por lo delicado de la situación moderna de la lengua y de la cultura catalanas que él dice defender. No es con afirmaciones falsas, vertidas desde fuera, como sacaremos adelante la realización de esa la lengua y de la cultura catalanas, mo, y le aseguro que si no lo es para siempre, será exclusivamente por el esfuerzo y el tesón de quienes se valen de ella. Quienes, además, para salvarse como comunidad idiomática, no necesitan arremeter contra la lengua castellana.
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