Borges recibirá, en persona, el Premio Cervantes de Literatura

El escritor argentino Jorge Luis Borges, que llegará a Madrid, procedente de Buenos Aires, el próximo domingo, día 20, para recibir el Premio Miguel de Cervantes de Literatura, que recientemente le fue concedido junto al poeta español Gerardo Diego, constituirá, sin duda, el mayor atractivo personal de las Primeras Jornadas Literarias de encuentro de «escritores de hoy», que comenzaron el miércoles en Barcelona. Borges dedicará por entero la jornada del día 22 a esta reunión de escritores organizada por la Editorial Bruguera.Con un público fundamentalmente joven -aquí joven quiere decir menores dieciocho años- y con la presencia de Juan Carlos Onetti, recientemente premiado con el de la crítica, el profesor Valverde pronunció una conferencia en la que para llegar a la narrativa de nuestros días y a su papel en la literatura en general se remontó a los orígenes de la novela y las cumbres del género el siglo pasado. Hora y media de discurso, tal vez el más académico de estas jornadas, que durarán una semana y que tienen como plato fuerte a Jorge Luis Borges, al que están convirtiendo en un éxito, para escándalo de los populistas literarios, y por quien, según dijo a EL PAIS Ricardo Muñoz Suay, jefe de promoción de Bruguera, «preguntan estos días en Barcelona los conserjes de los hoteles, los taxistas, todo el mundo». «Es la televisión», dice.

Borges tiene previsto intervenir el día 22, y venir es exactamente lo que había prometido: participar, decir algunas palabras, en una jornada que se le dedicará enteramente; con películas sobre y con Borges, coloquios, etcétera.

Estas jornadas, que fueron presentadas por Juan Carlos Martini, director de la colección vedette Narradores de Hoy, se plantean como el primer paso para otras, más amplias, a celebrar el año próximo. Por un lado, pretende acercar al público, especialmente a la juventud, estos grandes escritores. Por otro, se invita a otras editoriales, y no sólo españolas, a participar en futuros encuentros conjuntos, y concretamente en un premio internacional de editores para obra inédita. «La idea», dice el señor Suay, «es emular el desaparecido Premio Formentera, en colaboración con editoriales españolas y extranjeras». El proyectado premio, que es una de las noticias comunicadas en esta aperturase comenzaría a preparar ahora para ser concedido el año próximo en unas jornadas con una participación amplia de todos los sectores que coinciden en el libro. «No sé cuánto dinero tendrá este premio», dice el señor Muñoz Suay, «pero será mucho».

Mucho dinero es lo que le cuesta a Bruguera esta campaña, celebrada en colaboración con el Instituto Francés. Las cifras bailan cuando se les pregunta: desde tres millones de pesetas a diez, todo según fuentes de la editorial. El Instituto Francés pone los locales y esos cuatrocientos adolescentes que escucharon la charla profesoral del poeta Valverde y comieron canapés en el cóctel en honor de Onetti. Extrañamente silenciosos y silenciosas, haciendo apenas comentarios en voz baja, los chicos tomaron en el salón del hotel Balmoral, fotografiaron a un Onetti recién bajado del avión, todavía aturdido por esta fama reciente, reconocieron a Carlos Barral, a Manuel Vázquez Montalbán y a Juan Marcé. Los escritores, los editores, estaban todos los catalanes, desde Beatriz de Moura a Rosa legas, de Jordi Herralde a Mario Musclinik, pasando por todos los promotores de las grandes firmase diluían entre este público juvenil poco acostumbrado.