La OTAN mantiene abierta la negociación sobre misiles nucleares
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantiene en pie sus propuestas a la URSS para que se negocie el desarme de los misiles de alcance medio, según trascendió ayer en Bruselas, mientras el Gobierno de la República Federal de Alemania (RFA) aseguró que tan sólo tomaría parte en medidas de refuerzo militar en el caso de que así lo hiciesen el grueso de las fuerzas aliadas atlánticas.
Soledad Gallego-Díaz informa desde la capital belga que un alto funcionario norteamericano de la OTAN aseguró que la organización no ha cerrado la vía al diálogo con la Unión Soviética sobre la instalación de misiles Cruise y Pershing 2 norteamericanos, junto a los SS-20 soviéticos.
La opinión del canciller Helmut Schmidt de no ampliar gastos militares, a menos que lo hagan así el resto de los aliados, es compartida por los líderes de la oposición democristiana Helmut Kohl y Franz Josef Strauss. Los tres se reunieron el pasado jueves para analizar la situación internacional generada por la invasión soviética de Afganistán, informa desde Bonn Julio Sierra.
A pesar de que no hubo comunicado oficial de lo tratado en la reunión, tanto Strauss como Kohl ofrecieron suficientes pistas a los informadores como para poder asegurar que Gobierno y oposición están de acuerdo en potenciar económicamente a los países de las fronteras meridionales con la URSS, también se trasluce de sus declaraciones que no hubo acuerdo en lo que al boicot olímpico se refiere.
Por su parte, el Gobierno de Londres ha dejado clara su postura de rearme, al notificar que invertirá 750.000 millones de pesetas en la modernización de su flota atómica para la década de los ochenta. Carlos Mendo escribe desde la capital británica que el plan tiene como objetivo reforzar la fuerza «disuasoria» de la OTAN y modernizar los submarinos Polaris.
La medida fue anunciada por el secretario de Defensa, F. Pym.
La Francia oficial, por ahora, no parece dispuesta a seguir las huellas de los americanos. Anteanoche, al final de las conversaciones del viceministro soviético de Exteriores, señor Kornienko, con eliefe de la diplomacia gala, Jean-Françoís Poncet, este último no consiguió ninguna explicación convincente relativa a la intervención de la URSS en Afganistán. Tampoco obtuvo, escribe Feliciano Fidalgo, un calendario preciso sobre la retirada de las tropas del suelo afgano.
El Gobierno portugués anunció anoche medidas de extrema dureza. Según nuestra corresponsal, Nicole Guardiola, incluyen la suspension de todos los contactos políticos de alto nivel «hasta un nuevo análisis de la situación», la cancelación del acuerdo de cooperación cultural y técnica vigente y la negativa a autorizar a los pesqueros soviéticos a faenar en aguas portuguesas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- RFA
- Armas nucleares
- Contactos oficiales
- URSS
- OTAN
- Estados Unidos
- Política exterior
- Francia
- Reino Unido
- Bloques políticos
- Europa occidental
- Alemania
- Parlamento
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Bloques internacionales
- Gobierno
- Relaciones exteriores
- Administración Estado
- Armamento
- Administración pública
- Defensa
- Finanzas
- Política