Silencio europeo sobre el embargo agrícola a la URSS
La comisión de la Comunidad Económica Europea (CEE) celebró ayer una reunión en Bruselas para tratar de su posición respecto al embargo norteamericano de cereales a la Unión Soviética y la postura que mantendrá en la reunión del Comité Internacional de Cereales, que se reúne mañana, sábado, en Washington. En medio de una «gran bronca», los portavoces oficiales de la CEE se negaron a comentar el desarrollo de la reunión, e incluso si se había adoptado finalmente alguna decisión.«No hay ningun comentario en todo lo que concierne a la situación en Afganistán y las repercusiones de la entrada de tropas soviéticas», afirmó estoicamente el portavoz del comisario, de Agricultura señor Gundelach, mientras cerca de trescientos periodistas golpeaban fuertemente las mesas para protestar. «¿Tiene conciencia la Comisión del efecto internacional que provoca su silencio?» No comment. «¿Debemos interpretar que no existe ningún acuerdo?» No comment. Finalmente, el portavoz se comprometió a intentar ofrecer alguna información hoy, viernes.
Pese a la impenetrabilidad de la Comunidad Económica Europea, fuentes oficiosas afirman que los países miembros de la CEE están dispuestos a no facilitar a la URSS los cereales denegados por Estados Unidos, pero que no existe acuerdo en cuanto a la posibilidad de adoptar alguna represalia propia contra la Unión Soviética por su invasión del Afganistán.
No será hasta hoy cuando pueda desvelarse, con cierta verosimilitud, la postura comunitaria.
Mientras tanto, el primer efecto del embargo estadounidense de una parte de sus envíos de trigo y cereales a la URSS es la invasión de los mercados de fletes europeos por parte de los mercantes soviéticos. El transporte de una tonelada de trigo, que costaba 36 dólares, ha bajado a 33 y amenaza con continuar a la baja si los buques de la URSS acuden en masa al mercado libre europeo.
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