Sin represalias
Reducción de diecisiete millones de toneladas de las ventas de cereales de EEUU a la URSS, cantidad que representa el 6% del consumo cerealista global de la URSS y un 13% de la alimentación de su ganado. Su valor asciende a unos 2.000 millones de dólares. Washington ha pedido, aparentemente con éxito, a Canadá, Australia y Argentina que no incrementen sus ventas cerealistas a la URSS para suplir el déficit provocado por EEUU.Embargo total sobre las ventas de alta tecnología a la URSS. Esta medida afectará principalmente al material de perforación petrolífera.
Reducción severa de los derechos de pesca de la URSS en aguas norteamericanas. Los barcos soviéticos serán autorizados a pescar sólo 75.000 toneladas de pescado este año, en vez de las 350.000 inicialmente previstas. Esta limitación supondrá para EEUU una pérdida de sesenta o 65 millones de dólares de derechos pesqueros.
Congelación de los intercambios económicos y culturales entre ambos países. La reunión de las comisiones mixtas económica y comercial, prevista para la primavera, ha sido suspendida sine die. La compañía soviética Aeroflot no será autorizada a incrementar sus vuelos semanales entre la URSS y EEUU durante los meses de verano.
Postergación sine die de la apertura de consulados norteamericanos en la URSS y soviéticos en EEUU y reducción del personal diplomático en ambos países.
Incremento de la ayuda económica y reanudación de la ayuda militar norteamericana a Pakistán. Altos funcionarios de la Casa Blanca no descartaron reanudar la cooperación militar con Irán, si este país lo deseaba, al sentirse amenazado por la URSS.