Jomeini pide a los iranés que se preparen para afrontar el bloqueo económico

Irán ha empezado a prepararse para un posible bloqueo comercial con un llamamiento del ayatollah Jomeini que acusó ayer a Carter de «querer matar de hambre a los iranies», al tiempo que vaticinó que esta guerra económica puede «transformarse en un conflicto militar».

«Estamos en un estado de guerra económica con Estados Unidos. Irán depende peligrosamente del extranjero, sobre todo respecto a productos alimenticios», dijo el dirigente espiritual iraní en una alocución difundida por la radio estatal.Sin embargo, los observadores extranjeros opinan que un bloqueo alimenticio, que no parece el deseado por Estados Unidos, no provocaría el hambre en Irán, puesto que el país importa solamente un 30% de sus necesidades en este terreno.

Si bien es cierto que proceden del extranjero todos los huevos, mantequilla, aceite, trigo y arroz que se consumen en Irán, también recuerdan los expertos extranjeros que en los últimos días del sha, los iraníes aceptaron las mismas privaciones durante largos meses.

A pesar de ello, ha nacido una «nueva cruzada», según la expresión empleada por el ministro de Economía, Abolhassan Banisadr. «Debemos lograr la autosuficiencia económica, desarrollando nuestra producción industrial y agrícola.»

El ministro opina que un posible boicot económico puede convertirse en un bien a largo plazo, ya que obligaría a Irán a lograr la «independencia económica, que, en caso de triunfar, sería la revolución más grande de la Historia».

Un bloqueo de larga duración tendría consecuencias desastrosas, primordialmente sobre la industria. La oposición solía reprochar al sha «haber vendido el país a los capitalistas occidentales». Un ejemplo típico de esta situación es la industria del automóvil, que en Irán es exclusivamente de montaje. Si las piezas extranjeras dejasen de llegar, la industria en bloque quedaría paralizada, en un país que ya cuenta con un millón y medio de parados.

Los responsables iraníes están buscando soluciones al posible boicot. Así, el día 21 de este mes se abrió la línea férrea que une Teherán y Moscú, cerrada desde la revolución islámica de febrero. Además, se están almacenando algunos productos y se están buscando nuevos suministradores. Teherán acaba de comprar 100.000 toneladas de arroz a Tailandia.

Los observadores destacan además la dificultad de imponer un bloqueo total. Para ello habría que cerrar el estrecho de Ormuz, que mide 58 kilómetros y por el que entra un 80% de las importaciones iraníes. Además, muchos países no están dispuestos a renunciar al petróleo iraní y a un mercado tan grande y rico.

En otro discurso del máximo líder religioso iraní difundido por la radio estatal, Jomeini criticó duramente al papa Juan Pablo II, por «su apoyo a los poderosos del mundo» y sus «silencios ante los llamamientos de los desheredados».

El ayatollah recordó que el año pasado por,estas fechas, cuando estaba aún exiliado en Francia, decidió «lanzar un llamamiento en favor de los desheredados de todo el mundo con ocasión de la Navidad», pero «el Papa lo vetó».