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El rearme europeo

La URSS tiene más que perder si lanza un ataque nuclear contra Occidente

Incluso en el caso de que la Unión Soviética tomase la iniciativa de un ataque nuclear contra Europa, y sin contar con los nuevos misiles nucleares de alcance medio, la URSS sería la parte más perjudicada una vez se produjese la correspondiente réplica occidental. Por esta razón resulta absolutamente superfluo producir e instalar en la Europa de la OTAN los cohetes Cruise y Pershing-2.

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Este es, en síntesis, el esquema que desarrolla el último informe del Instituto para la Investigación de la Paz y Política de Seguridad, adscrito a la Universidad de Hamburgo, y que dirige el ex general Wolf Graf Baudissin, uno de los modeladores del nuevo ejército alemán federal y, en los años sesenta, subjefe del Estado Mayor de las fuerzas de Europa central dentro de la OTAN. El conde Baudissin es el creador de la expresión «ciudadano de uniforme» que ha hecho gran fortuna en los sectores militares alemanes.Según el citado estudio, elaborado bajo la dirección del profesor Dieter S. Lutz, subdirector del instituto, la iniciativa soviética podría significar la destrucción de todos los sistemas de tierra, aire y mar de la OTAN, con exclusión de los instalados en submarinos nucleares. De producirse a tiempo una señal de alarma, el 80% de éstos, en el caso de que se encontrasen fondeados en puertos europeos, podrían escapar a la destrucción, y el 50% en el caso de que el ataque llegase por sorpresa. Admitiendo que todavía un 20% de los submarinos lograse evitar la agresión enemiga, Occidente estaría aún en situación de responder contundentemente a la iniciativa soviética. En este caso, la OTAN lanzaría sobre la URSS un total de 62 cabezas nucleares instaladas en «Polaris» británicos, con una capacidad destructiva de doscientos kilómetros cada una (un kilotón equivale a mil toneladas de TNT); veintiuna cabezas nucleares más, francesas, cada una de un megatón (el megatón equivale a un. millón de toneladas de TNT); y, finalmente, 259 cabezas nucleares instaladas en los submarinos norteamericanos Poseidón, con capacidad destructiva de cincuenta kilotones cada una.

Ciento tres megatones contra la URSS

En total, la URSS estaría al alcance de 342 cabezas atómicas con una potencia conjunta de 103 megatones. Bastarían cien megatones para eliminar de la faz de la tierra a 37 millones de ciudadanos soviéticos y destruir el 59% de la capacidad industrial de la URSS. El armamento nuclear en poder de la OTAN que superase este primer ataque soviético sería más que su ficiente para arrasar las treinta mayores ciudades de la URSS. Estas treinta ciudades comprenden 42 millones de habitantes y totalizan el 40% de la capacidad industrial total de la URSS. En consecuencia, señala el informe, los nuevos misiles son absolutamente superfluos, incitan a la progresión armamentista y, además, no aumentarán las posibilidades disuasorias de Occidente. En el mismo estudio se da cuenta de la relación de fuerzas en el sector nuclear de los misiles entre los dos bloques y se concluye que en el apartado de cohetes para alcance pequeño (hasta cien kilómetros), la OTAN supera al Pacto de Varsovia en una proporción de 11,74 a uno; en el de los de alcance medio, la ventaja es favorable al Pacto de Varsovia, a razón de un 1,24 a uno; y en el de los de gran alcance (más de mil kilómetros), igualmente la proporción es favorable a la Alianza del Este, en un 1,15 a uno. Esto en base a un criterio cuantitativo. Desde una perspectiva cualitativa, la ventaja es claramente favorable a la OTAN.

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