Rechazado un incremento de 33.000 millones para los ayuntamientos

La Comisión de Presupuestos del Congreso dedicó ayer ocho horas al debate de los Presupuestos del Estado para 1980, que probablemente concluirá hoy. Entre las numerosas enmiendas rechazadas figura la solicitud socialista, de una cantidad superior a los 33.900 millones de pesetas para incrementar las transferencias corrientes a los entes territoriales y las transferencias de capital a las corporaciones locales. El debate sobre esta enmienda deparó acusaciones mutuas de utilización de razones politícas entre Enrique Barón (PSOE) y Alberto Oriart (UCD), a propósito de las respectivas intenciones al proponerla y rechazarla.

Barón aseguró que el importe propuesto podría fácilmente de traerse del concepto de gastos varios para diversos ministerios. El señor Oliart contestó que, en una buenat écnica presupuestaria, esto no era posible. Barón replicó que UCD politizaba los presupuestos, al establecer restricciones para los ayuntamientos, forzando una negociación a la baja en el terreno político; a lo que Oliart respondió que las restricciones no son especiales para los ayuntamientos, sino para todo el Presupuesto, y acusó a su vez al diputado socialista de introducir elementos políticos de distorsión de la técnica presupuestaria.Otras propuestas de incremento de 2.950 millones de pesetas para los ayuntamientos directamente y 740 millones a través del Fondo Nacional de Cooperación Munícipal, defendidas por el socialista catalán Ernest Lluch, y estimada «más razonables» por Alberto Oliart, fueron asimismo rechazadas. Resumimos a continuación otros aspectos destacables del extenso, apresurado y prolijo debate presupuestario.

Autonomías. Una enmienda del PNV solicitando 2.500 millones de pesetas para gastos de funcionamiento de los entes autonómicos y preautonómicos fue formalmente rechazada, si bien se anunció la existencia de una negociación que permitirá antes del debate en el Pleno, un acuerdo sobre la base de distribución lineal del citado importe para los entes, tanto autonómicos como preautonómicos. Fue rechazada otra emnienda del PNV, que solicitaba 628 millones de pesetas para el desarrollo de programas de investigación en el ámbito de los entes autonómicos. Más suerte tuvo la Minoría Catalana, que había solicitado diez millones para el Instituto de Estudios Catalanes. Se aceptó la propuesta, que, a petición socialista, se extendió también, por el mismo importe, a la Sociedad de Estudios Vascos y a la Academia Gallega.

Planificación familiar. UCD aceptó, a través de una enmienda transaccional a una propuesta socialista, incluir entre los destinos de una partida de doscientos millones de pesetas para gastos en acciones sanitarias estatales, la «planificación familiar». El socialista Francisco Yuste destacó que era la primera vez que se introducía el término en un texto legal español. Tanto el liberal Ramón Trías como el comunista Emerit Bono se felicitaron de la muestra de modernidad ofrecida por el ala progresista centrista. El socialdemócrata Francisco Fernández Ordóñez, presidente de la Comisión, dijo: «No sé si, en nombre de esa ala, debería dar las gracias».»

Alfabetización. El andalucista Emilio Pérez Ruiz, tras ímprobas negociaciones, logró una cierta satisfacción a su intento de obtener cien millones de pesetas para una campaña de erradicación del analfabetismo en Andalucía. Se aprobó por unanimidad realizar el gasto, pero sin fijar dotación concreta y extendiendo su destino a «Andalucía y demás regiones con índice de analfabetismo superiora la media nacional ».

Cultura. Una serie de enmiendas planteadas porel socialista Pedro Bofill para modificar el destino de varias partidas correspondientes al Ministerio de Cultura, en general, en favor de asignaciones como juventud, bibliotecas, teatro y otras, fueron en su mayoría rechazadas. El argumento centrista fue que no se podía sacar dincro de otras asignaciones.

Valencia musical. El centrista Vicente Ruiz logró diez millones para subvencionar asociaciones musicales del País Valenciano, y el socialista Enrique Sopena, otros veintemillones (había, solicitado cuarenta), para subvención a cene, tíos musicales, que impartan enseñanzas sin afán de lucro en el País Valenciano.

Curiosidades. El centrista Ramón Alvarez de Miranda (hijo del anterior presidente del Congreso) solicitó aumentar en 180 millones de pesetas la asignación de la Dirección General de la Juventud y reducirlos en la del Patrimonio Artístico, Archivos y Museos. El portavoz centrista, Alberto Oliart, anunció el voto encontra del grupo, que así lo hizo.