UCD asumirá la mayor parte de las enmiendas socialistas

Con la discusión del proyecto de ley del Estatuto del Trabajador, que se inicia el lunes en la Comisión de Trabajo del Congreso, se inaugura el desarrollo de la Constitución en materia de relaciones laborales. El debate de esta ley, cuyo contenido va a configurar de forma decisiva el marco de relaciones laborales que adopte nuestro país, ha sido precedido de grandes pronunciamientos, que van desde el anuncio de posibles huelgas generales a las acusaciones de absentismo vertidas por la patronal hacia los parlamentarios. Más de ochocientas enmiendas reflejan la importancia de esta ley y la confrontación de intereses que suscita. Sobre este tema ha elaborado un detenido análisis .

Precedido de graves pronunciamientos, huelgas y manifestaciones, el lunes se inicia en la Comisión de Trabajo del Congreso el debate sobre el proyecto de ley del Gobierno sobre el estatuto del trabajador. Un proyecto sobre el que la primera central sindical del país, CCOO, ha advertido -en palabras de Marcelino Camacho, su secretario general- «que, si no se modifica sustancialmente, nacerá muerto». Las palabras del líder sindical y las del presidente de la CEOE, Carlos Ferrer, que hace diez días acusaba al Parlamento de «absentismo» a la hora de abordar los temas legislativos de índole laboral, son fiel reflejo de la expectación y los intereses contrapuestos que despierta la discusión del primer texto legislativo que va a configurar, en buena medida, el nuevo marco de relaciones laborales.Sólo un texto legislativo, la Constitución, llegó a la comisión correspondiente del Congreso con más enmiendas que el proyecto de ley de estatuto de los trabajadores. Este proyecto tiene pendientes de debate 803 enmiendas, muchas de ellas con redacción alternativa completa a los distintos artículos. El proyecto ha superado el trámite de la ponencia sin que una sola enmienda de las presentadas haya sido eliminada o refundida con otras de contenido similar, lo que ha provocado la creencia general de que existe un pacto entre el partido del Gobierno y el PSOE, a espaldas de la ponencia, para el desarrollo de esta ley, ya que UCD tiene la intención de que el estatuto del trabajador vaya al último Pleno del Congreso de los Diputados.

Ucedistas y socialistas niegan, sin embargo, que haya habido negociaciones entre ellos, aunque el portavoz de UCD en la Comisión de Trabajo reconoció a EL PAIS que se había reunido a título individual con los portavoces del PSOE y Minoría Catalana para estudiar conjuntamente las enmiendas presentadas. «Creo que buena parte de las enmiendas socialistas son asumibles por nosotros», añadió el mencionado diputado del partido gubernamental. Comentó, asimismo, que en temas claves como el título IV (Conflictos Colectivos), o el cierre empresarial, se podrían «inventar» conjuntamente fórmulas para que desaparezcan del estatuto, pretensión de la izquierda, trasfiriéndolas a un tratamiento legislativo diferenciado.

Un portavoz comunista, por otra parte, aseguró que las enmiendas de su partido y las del PSOE eran similares en el 80% de los casos, y que los debates de la Comisión de Trabajo iban a reflejar, en muchos artículos, un enfrentamiento claro entre las posturas de izquierda y los planteamientos de la derecha.