David y Goliat
«(...) Hace unos años, cuando se conservaba vivo todavía el recuerdo de las crisis de los cohetes, una presencia soviética en Cuba hubiese sido considerada audaz y provocadora. Hoy, ya no provoca ni una chispa de reacción. Después de informar a la opinión pública, se la aceptará como un hecho.De ahí a interpretar que la presencia soviética es un factor de estabilidad no hay más que un paso. Pero, sobre todo, lo que llama la atención es la habilidad con que Cuba, el David, trata con Estados Unidos, el Goliat.»
, 12 de septiembre
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