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EDUCACION

Los ayuntamientos de Barcelona exigen más maestros

Diversos encierros en ayuntamientos, seguidos de manifestaciones en la calle, tuvieron lugar a lo largo de la jornada de ayer en las principales poblaciones de la provincia de Barcelona, con el fin de protestar ante la posible reducción de plazas de maestros estatales.

En Barcelona, ciudad, el Ayuntamiento celebró un pleno extraordinario dedicado al tema, acordando por unanimidad dirigir un escrito a la Generalitat de Cataluña apoyando las iniciativas que se emprendan para evitar la anunciada reducción. Por la tarde, alrededor de quinientas personas, entre las que se encontraban algunos concejales de izquierda, realizaron una concentración en la plaza de San Jaime, frente al Ayuntamiento. Los concentrados portaban numerosas pancartas criticando la política educativa de UCD y exigiendo que se dote a la provincia de los maestros que precisa.El pleno del Ayuntamiento barcelonés se caracterizó por un cierto tono polémico debido a la disparidad de criterios entre centristas de Cataluña y otros grupos políticos.

El concejal Martínez Callen introdujo el pleno señalando cómo la Delegación de Educación en Barcelona, de acuerdo con los ayuntamientos y la inspección técnica, habían solicitado un total de 2.085 plazas, de las cuales el Ministerio sólo había concedido 310. Tal vez, como resultado de las gestiones del señor Pi Sunyer en Madrid, se puedan conseguir unas 1.300 plazas, pero no se sabe si entre ellas habrá de contarse con las 310 dotadas en principio. El concejal centrista Josep Miró elogió la política educativa del Gobierno en los dos últimos años y aseguró que no se había producido reducción alguna de plazas, sino un aumento insuficiente. Tras criticar la instrumentalización política que se estaba haciendo del problema escolar, manifestó que su partido apoyaría la vía institucional de la negociación, basada en los contactos Estado-Generalitat.

La comunista señora Gispert, por su parte, señaló que la actitud del Gobierno respondía a una deliberada política de desacreditación de la enseñanza pública en beneficio de la privada; en tanto que el concejal de Convergencia i Unió, señor Thio, que consideraba fuera de lugar la polémica escuela pública-escuela privada, se mostró partidario de negociar con el Gobierno central a través de la Generalitat.

Los encierros en las restantes ciudades de la provincia se iniciaron en la madrugada de ayer. Fueron precedidos de plenos extraordin arios en los ayuntamientos, en los que se criticó la política educativa del Gobierno. A la hora de cerrar esta edición se tenían noticias de encierros de ediles, maestros y padres de alumnos en Mataró, Ripollet, Cerdanyola, Casteldefels, Badalona, Rubí, Santa Coloma de GTamanet, Molins de Rei y Sant Vicens dels Horts. En la mayoría de estas ciudades, una vez finalizado el encierro, los consistorios presidieron manifestaciones en la calle en las que se exigía el cumplimiento por parte del Gobierno de las necesidades escolares en materia de maestros.

El Ayuntamiento de Ripollet en pleno pidió la dimisión del ministro de Educación, Otero Novas, y del consejero de la Generalitat, Pere Pi Sunyer. Los encerrados criticaban la falta de datos concretos tras la entrevista que ambos celebraron en Madrid para tratar el tema. Según uno de los alcaldes encerrados, «hasta la fecha sólo ha habido promesas. No estamos seguros de que se concedan los 2.085 maestros que precisa la provincia, y la gente está cansada de promesas».

El Ayuntamiento de Ripollet, al pedir la dimisión del consejero de la Generalitat, argumentaba que éste «no ha defendido debidamente los intereses de la propia Generalitat, ni del pueblo que representa». Otros medios, por el contrario, señalaban que el deterioro de la situación escolar -de la que la reducción de maestros es una pieza más- era debido a la política cultural de la Generalitat, la cual se había revelado como un auténtico fracaso.

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