Se extiende el conflicto de la flota merlucera

Son ya trece los grandes arrastreros congeladores amarrados en el puerto de Vigo, como consecuencia de la falta de respuesta de la Administración a los armadores en relación a los precios del combustible. Otros dos merluceros han emprendido el regreso desde los caladeros de Suráfrica y, según acuerdo de su Asociación Nacional, el resto de la flota (setenta barcos) harán lo propio durante los próximos días, cuando se les agote el carburante.Los armadores ya se han puesto en contacto con la Delgación de Trabajo de Vigo para presentar los expedientes de regulación de empleo, según acordaron en asamblea el pasado martes.

La medida está relacionada con la reciente subida de los precios del combustible. Los armadores han solicitado que se mantenga el precio del carburante a 7,35 pesetas/litro, igual que el establecido para el resto de la flota nacional, frente al de veinte pesetas que pretende CAMPSA. Quieren también una declaración de libertad de precios para merluza, merlucilla y pescadilla congelada, así como la regulación de las importaciones de pescado congelado.

El amarre de la flota merlucera congeladora afectará a unos 4.000 trabajadores de empleo directo y a otros 35.000 de actividades derivadas del sector, según hicieron público los propios armadores. El año pasado, el sector merlucero aportó 108.000 toneladas de pescado, que representaron en primera venta 15.000 millones de pesetas. Desde 1977, aseguran los empresarios, los precios no se han modificado, mientras que la inflación ha aumentado el 3 6 %, y los costos de explotación, otro 93 %.

El gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo ha señalado que el seguro de desempleo de los 3.500 tripulantes de la flota merlucera congeladora le costará al Estado 1.500 millones de pesetas anuales, mientras que la subvención solicitada sólo representa seiscientos millones.