El Gobierno negociación los agricultores de Badajoz

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La Administración, ante la gran cosecha de uva que se prevé para este año, se ha comprometido a comprar, a través del SENPA, todos los stocks de vino que hay actualmente en las bodegas de Badajoz. Se pagará por este vino 120 pesetas hectolitro y grado, precio de garantía que regirá durante la próxima campaña.

Se acordó también crear una comisión que estudie la puesta en marcha de la denominación de origen para los vinos de Tierra de Barros. En ese sentido, la Dirección General de Industrias Agrarias prestará su ayuda técnica para celebrar unos cursillos en esta comarca. El Gobierno ayudará en la exportación de uva de mesa de la provincia, mediando ante Mercoguadiana y Mercoplasencia para que se encarguen de su comercialización de cara al exterior.

A la hora de cerrar esta edición, los asistentes habían comenzado a estudiar los problemas relativos al olivar, pero posiblemente hasta hoy no se llegue a acuerdos concretos. Las negociaciones continuarán esta tarde, y el señor Lamo de Espinosa ha manifestado su intención de asistir a la sesión final para coordinar el acuerdo global sobre los temas que se hayan debatido. Los agricultores, además de los relativos al olivar y vinos, ya mencionados, también quieren estudiar los problemas planteados en la ganadería y en los cereales, que este año han presentado cosechas especialmente malas.

Mientras tanto, los agricultores de Badajoz no habían recibido con demasiado alborozo la decisión del ministro de iniciar las conversaciones, por lo que retiraban sus tractores con cierto recelo, según informa nuestro corresponsal en Escepticismo y desconfianza era el ambiente que se respiraba en el punto de concentración de Mérida, uno de los más importantes, y hasta donde en la mañana de ayer todavía llegaron algunos agricultores de los pueblos de alrededor que no se habían sumado a la protesta.

A últimas horas de la tarde, muchos agricultores permanecían cautos junto a sus máquinas esperando noticias más concretas de Madrid, pero ya se había iniciado el éxodo hacia los hogares. A las ocho de la tarde estaba prevista una reunión, en Mérida, en la que varios miembros de la comisión que se había desplazado a la capital debían informarles sobre los acuerdos de principio alcanzados por la mañana. La reunión hubo de retrasarse por imposibilidad física de que los representantes llegaran a tiempo, y ésta puede ser otra de las causas del recelo de los agricultores.

La vigilancia en el punto de Mérida se había incrementado en las últimas horas con la aparición de una compañía especial de antidisturbios, que refuerza a la ya destinada en la localidad.