Manifestación de 1.500 pescadores en Santiago

Cerca de 1.500 pescadores, entre los que figuraban numerosas mujeres, se concentraron ayer en Santiago, delante de la sede de la Junta de Galicia, para protestar por lo que ellos consideran penosa situación económica y laboral de la flota que se dedica a la captura de la sardina en la plataforma continental gallega. Como medida inmediata piden la dimisión del actual consejero de pesca de la Junta de Galicia, sobre el que vierten graves acusaciones.Ha sido la primera vez que los marineros gallegos llevaron a cabo una acción conjunta sobre las reivindicaciones de la flota del cerco, y también la primera en que se vieron apoyados por numerosos alcaldes de los municipios del litoral. No contaron, sin embargo, con el apoyo de los parlamentarios, en la medida que esperaban, pues solamente tres diputados acudieron a la cita que les habían dado los pescadores. Antonio Vázquez Guillén y Perfecto Yebra (UCD) y María Fernández-España (CD) fueron los únicos parlamentarios de Galicia que respondieron a la invitación cursada por las cofradías de pescadores y el Sindicato de Comisios Mariñeiras para que se sumaran a las reivindicaciones pesqueras.

Esta ausencia parlamentaria provocó duras críticas por parte de la mayoría de los pescadores concentrados en Santiago, dirigidas especialmente hacia los parlamentarios socialistas que ayer no hicieron acto de presencia. El alcalde nacionalista de Malpica, Luis Cancela, criticó esta actitud del PSOE, considerándola «una falta grave de delicadeza y de sensibilidad por parte de un partido que, por ser de izquierdas, tendría que estar al frente del problema actual que sufren los pescadores de sardina gallegos».

La misma actitud fue ratificada por los patronos mayores de varias cofradías, quienes explicaron a EL PAIS que veían «demasiadas palabras y promesas por parte de quienes saben hablar bien, pero ausencia total de soluciones reales». «Esta es la primera vez que la Administración nos ha escuchado», contestó el patrón mayor de Sada, Antonio Monzó. «Pero conviene que haga algo más que oírnos; nosotros no podemos seguir viviendo de rodillas. El representante de Malpica añadiría que «no basta con que el Gobierno diga a los pescadores que tienen razón, porque nosotros no podemos llegar a los muelles y decir al trabajador que ahí tiene la razón, que la lleve para casa y que le dé de comer con ella a sus hijos. Lo que hace falta son soluciones y éstas no acaban de verse por parte alguna.»

De los contactos habidos ayer con el presidente de la Junta de Galicia y con el director general de Pesca salió el acuerdo de ultimar la concesión de créditos oficiales que financien la compra de los actuales excedentes de sardina.

Lo que ha quedado definitivamente claro es que los pescadores no quieren al actual consejero de pesca de la Junta de Galicia, Baldomero Fernández Calviño, para el que ayer pidieron a gritos la dimisión.