"No importa que sea un melodrama, es la verdad"
La escritora catalana Montserrat Roig investiga desde hace siete años, con testigos y supervivientes, las vidas y muertes de casi 7.000 españoles asesinados en Mauthausen y otros campos de exterminio. Su reciente libro, Noche y niebla, subtitulado Los catalanes en los campos nazis, se agotó en estos días según informa la editorial Península.«La emisión del telefilme me parece muy positiva aunque sea el típico producto americano con todos los ingredientes que eran de suponer», dice Montserrat. «Este telefilme, con un transfondo histórico terrible, está realizado para llegar al público mayoritario y puede concienciar a la gente y ponerlo en relación con su presente más inmediato. El hecho de que los protagonistas se presenten como personas cultas, que no tuvieron militancias políticas, que se quieren y profesan un gran afecto, los convierte en víctimas simbólicas y contribuye a despertar las simpatías del telespectador. A mí no me importa en estos momentos que el telefilme sea pro judío porque eso no quiere decir necesariamente que vaya contra la causa palestina. El hecho de que se hable de un genocidio no niega la existencia de los otros genocidios.»
«Para mí, que llevo siete años dando charlas sobre las matanzas nazis y hablando de otras minorías étnicas víctimas de los nazis, es muy gratificante oír, por ejemplo, aunque sea un breve pasaje de Holocausto, que dos gitanos han sido enterrados vivos. Lo que nosotros contábamos en pequeños comités trasciende ahora al conocimiento de las grandes masas. He leído críticas de intelectuales que tachan al telefilme de superficial o melodramático. Tampoco esto me importa, porque para saber la verdadera tragedia de los hechos bastaría conocer y hablar con uno sólo de los deportados que fueron víctimas del nazismo. También me han parecido muy importantes las imágenes que narran la formación de un SS, por lo que tiene de parecido con la formación de un fascista español. El fascista, como el SS, suele ser una persona resentida que encuentra tanto en las ideologías nazis como fascistas, unos ideales que subliman sus fracasos personales.»
Babelia
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