Reto de CEDADE a la comunidad judía para un coloquio público
El grupo ultraderechista CEDADE (Círculo Español de Amigos de Europa) difundió el día 22 un comunicado para denunciar «la campaña de propaganda sionista de que estamos siendo víctimas los europeos en estos últimos meses por medio de la televisión, radio, cine y prensa». Según el texto del comunicado, serían tres los objetivos de esta campaña: «Crear el clima emocional adecuado para establecer las relaciones diplomáticas con el genocida Estado de Israel»; «conseguir que no finalicen las indemnizaciones al Estado de Israel, en concepto por los judíos presuntamente asesinados en la segunda guerra mundial», y «forzar al Parlamento de los países que no lo han hecho aún a dictar una ley para prohibir el nacionalsocialismo». CEDADE concluye el comunicado con un reto a la comunidad judía para que en un coloquio público «nos demuestren las supuestas atrocidades cometidas por el nacionalsocialismo». Al mismo tiempo salía al mercado el libro titulado El mito de los seis millones, de J. Bochaca, de la editorial Bausp, «ediciones patrocinadas por CEDADE».
Expediente gubernativo
El Gobierno Civil de Barcelona ha abierto expediente a CEDADE como presunta responsable de ensuciar la ciudad con pintadas, según ha informado la agencia Efe,Estos anuncios son unos carteles rojos con una gran cruz gamada en negro sobre círculo blanco, donde reza: «Holocausto: mentira», y ofrece un informe del «estudio definitivo» que contiene «la respuesta a Holocausto» en el apartado de Correos 14.010 de Barcelona. Los carteles se han colocado con gran profusión en las zonas céntricas y a gran altura, para dificultar su retirada.
El mito de los seis millones es la respuesta a Holocausto. «Dos billones de pesetas es el resultado de parte de esta campaña destinada a financiar el artificial Estado de Israel, creado bajo la excusa de los seis millones de gaseados por Hitler. Dos billones de pesetas es lo que el pueblo alemán ha pagado hasta 1975 (último año contabilizado) por los caídos de guerra israelíes -si es que los hubo-. Ningún pueblo en lo que va de historia civilizada hizo nunca negocio con sus muertos, y mucho menos con sus muertos vivos», se dice en este libro.
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