El telefilme del exterminio judío por los nazis no ha originado graves incidentes en España

Hoy termina la emisión televisada de Holocausto. Pero el tema sigue en pie, como demuestran las opiniones y reacciones varias que se han manifestado en estos días. Hasta el momento, en nuestro país, se puede destacar el hecho positivo de que no se hayan producido actos violentos de especial relieve o gravedad, en contraposición a lo sucedido en otros países europeos. En general, la opinión mayoritaria se inclina por repudiar los horrores de acontecimientos históricos semejantes. En torno a la problemática que plantea este telefilme, Jesús de las Heras y J. R. Pérez Ornia han realizado una encuesta-reportaje que se inicia hoy.

Televisión Española emite esta noche el sexto y último episodio del telefilme norteamericano Holocausto. La prensa y radio española han difundido durante estos días amplia información sobre esta miniserie, editoriales y resúmenes diarios de los capítulos del best-seller de Gerald Green, cartas de lectores y opiniones contrastadas de distintas personalidades. TVE, sin embargo, al contrario del tratamiento ofrecido por otras televisiones europeas, no ha emitido documentales y se halimitado a ofrecer dos coloquios. En el primero, programado el viernes día 22 antes del primer episodio, participaron Hans Jurgen Puhle, catedrático de la Universidad de Münster; Julián Marías, filósofo y ensayista; Javier Tusell, historiador, y José Luis Pinillos, catedrático de Psicología. Esta noche,

probablemente al término del último epidosdio, se emitirá otro coloquio, también moderado por José Antonio Silva, en el que intervienen Reinhard Spitzy, secretario del que fue ministro de Asuntos Exteriores Von Ribbentrop, y antiguo nazi; Eduardo Haro Tecglen, periodista; Luis Apostua, periodista y diputado de UCD, y Manuel Piedrahita, corresponsal de TVE en Bonn. El coloquio que se emite esta noche fue grabado hace una semana, antes de emitirse la serie, y los participantes no han podido contar con las posteriores incidencias y repercusiones de Holocausto en la audiencia española. Una audiencia de la que no se tienen en estos momentos índices de seguimiento, pero que puede cifrarse entre los quince y dieciséis millones de telespectadores.

Si las centralitas de otras televisiones europeas llegaron a bloquearse por llamadas de los telespectadores, en Prado del Rey apenas hubo repercusiones. Dos telefonistas de la centralita de TVE informaron en distintos días y turnos que, en contra de lo esperado, no recibieron llamadas, excepto de «dos o tres señoras mayores en el momento en que se inició la emisión». Las telefonistas nos pusieron en contacto con el departamento -Subdirección de Emisiones- que canaliza las quejas o

sugerencias de telespectadores, que confirmó aquella versión.

La emisión de Holocausto tampoco ha hecho subir sensiblemente la curva de ventas de receptores de televisión. Algunos

establecimientos especializados en el alquiler y reparación de televisores manifestaron que se había experimentado una ligera subida a partir del viernes día 22, fecha en que se emitió el primer episodio. La firma Rentacolor cifró esta subida en un 20%, que se traduce en el alquiler de seis o siete receptores más que en los días normales. Erosradio afirma que obtuvo un incremento similar en cuanto a las reparaciones - «la gente tenía mucha prisa por tener el receptor», dijo el propietario-, mientras que otros

establecimientos, como Alquitele o Teleportátil, afirman que «no se ha notado prácticamente en nada la demanda».

Fuentes empresariales de la industria del espectáculo indican, por el contrario, que este sector sí ha acusado notablemente una disminución de los ingresos de taquilla».

Por otra parte, y según ha manifestado el encargado de relaciones exteriores de la Comunidad Israelita de Madrid, en esta capital no se han realizado atentados contra judíos ni amenazas personales. Tampoco en provincias hay constancia de incidentes graves. El expediente gubernativo a CEDADE, en Barcelona, por «ensuciar la ciudad con pintadas», y el semimotín de los presos del penal de Jerez de la Frontera por no dejarles ver la serie televisiva, han supuesto la cota más alta de incidentes que, prácticamente, se han visto reducidos a pintadas callejeras en diversas ciudades.