Intensos rumores sobre la dimisión de Somoza

Otros rumores igualmente procedentes de Managua señalaron que una junta civil, presidida por el ministro de Asuntos Exteriores, Julio César Quintana, asumiría momentáneamente la dirección de los asuntos de Nicaragua y establecería los mecanismos precisos para la inmediata pacificación del país y el traspaso de poderes.Todas estas especulaciones contrastan con las declaraciones del propio Somoza hechas en la noche del lunes a través de una emisora de radio costarricense, en las que el presidente de Nicaragua reafirmó su decisión de no dimitir. Las afirmaciones del secretario de Estado Adjunto para Asuntos Hemisféricos, Viron Vacky, en el sentido de que Estados Unidos no admitirá ninguna negociación ni mediación para resolver la crisis de Nicaragua antes de que Somoza dimita,pueden haber hecho reconsiderar a Somoza su actitud. Algunos observadores señalan que Pallais Debayle regresó urgentemente a Managua para comunicar a su primo la decisión norteamericana, que prácticamente representa un ultimátum.

Entre tanto, el Estado Mayor del FSLN anunció que columnas de guerrilleros se dirigen en estos momentos hacia Managua desde el norte del país, con el objeto de sumarse a los combatientes que permanecen en la capital y lanzar una nueva ofensiva contra la Guardia Nacional si no se produce la dimisión de Somoza en las próximas horas.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional afirmó ayer que tiene cercado el cuartel general de la Guardia Nacional somocista de Rivas. Esta localidad, en cuyo interior se desarrollan intensos combates, posee enorme importancia estratégica, como llave que controla por el Sur el acceso a Managua, y está enclavada a 35 kilómetros de la frontera costarricense. Rivas será la sede del Gobierno provisional creado por la oposición nicaragüense y su eventual. caída en manos sandinistas se entiende como decisiva para el curso de la guerra en Nicaragua,

Las tropas del Frente Sandinista, de liberación Nacional que combaten en el sur de Nicaragua, cerca de la frontera con Costa Rica, avanzan muy lentamente, según admitieron miembros del Estado Mayor del FSLN. La presencia de francotiradores de la Guardia Nacional nicaragüense en las lomas que rodean Sapoa y La Virgen, los constantes bombardeos aéreos, los disparos de un cañón de 120 milímetros que tiene un alcance de doce kilómetros y las características del terreno, llano y abierto, son los impedimentos más serios para el avance de las fuerzas sandinistas.

Los comandantes de la zona Sur creen que en las próximas horas la Guardia Nacional de Somoza tratará de recuperar el puesto aduanero de Peñas Blancas, con el propósito de desalojar hacia Costa Rica al grueso de las fuerzas sandinistas en la zona o embolsarlas en el área de Sapoa, tras cortarles la retirada y los suministros. Pero las estimaciones de los responsables del Frente señalan que las posibilidades de éxito de dicha operación dependen en buena parte de que la Guardia Nacional consiga distraer tropas suficientes de Managua, la capital. Para evitar esto, los planes del FSLN incluyen una nueva ofensiva en esa castigada ciudad, que obligue a la Guardia de Somoza a permanecer en sus puestos. Según informaciones fidedignas, un grueso contingente de guerrilleros ha entrado en las últimas horas en Managua, y espera las órdenes del Estado Mayor del FSLN para iniciar un nuevo lenvantamiento en los barrios de la capital.

El propio hijo de Anastasio Somoza se ha hecho cargo de la dirección de la defensa de Rivas, objetivo prioritario de los sandinistas.

Los observadores políticos estiman que los efectos prácticos de la resolución de la OEA del pasado domingo comenzarán a hacerse notar en las próximas horas. La mayoría de los ministros de Asuntos Exteriores que participaron en la reunión en Washington ya están de regreso en sus países respectivos y podrán informar a sus Gobiernos de las acciones coordinadas en relación con el conflicto nicaragüense. Lo más probable es que la mayoría de las diecisiete naciones que aprobaron la resolución decidan romper relaciones diplomáticas con el régimen de Somoza, tal como lo han hecho ya Granada, Panamá, Ecuador y Brasil. Es muy improbable que Estados Unidos se sume a esta iniciativa.

Brasil, por cierto, eligió una fórmula jurídica mucho más dura que la simple ruptura diplomática para mostrar su repulsa hacia el Gobierno de Anastasio Somoza. Las autoridades brasileñas decidieron «suspender» relaciones con el Gobierno de Managua, lo que significa un rechazo de la legitimidad de aquel Gobierno.

La Junta de Reconstrucción Nacional de Nicaragua, que actúa como Gobierno provisional, realiza hoy su primer contacto oficial en el exterior, con una visita a Panamá, el único país que hasta ahora ha reconocido a dicho Gobierno. Los integrantes de dicha Junta recibirán los dos barcos de la empresa naviera de Somoza cuyas tripulaciones se amotinaron el pasado fin de semana y pidieron asilo político en el puerto de Colón.