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Nuevo asalto guerrillero a la embajada de Venezuela en San Salvador

El Gobierno venezolano no ha revelado las condiciones exigidas por el Bloque Popular Revolucionario (BPR) de El Salvador, para liberar a los ocho rehenes que mantiene en su poder, desde la tarde del viernes, en la sede de la embajada de Venezuela en El Salvador. Un funcionario de la cancillería viajó a la capital salvadoreña en la madrugada del sábado, con objeto de conocer de cerca la situación de los diplomáticos secuestrados.

La ocupación de la embajada de Venezuela, por diez jóvenes guerrilleros armados con pistolas, se interpreta como una confirmación de que el Gobierno del general Carlos Humberto Romero es incapaz de garantizar la seguridad de las representaciones extranjeras, tal como advirtiera hace tres días el grupo Fuerzas Populares de Liberación. A pesar del despliegue policial y de la intervención del Ejército en labores de vigilancia y patrullaje, los guerrilleros salvadoreños burlan constantemente estos dispositivos.El embajador venezolano secuestrado confirmó a un periodista que la toma de la embajada se había producido de forma pacífica, aunque versiones iniciales hablaban de un tiroteo entre la policía y los guerrilleros. Las autoridades de El Salvador han cortado el suministro de agua y luz a la representación diplomática.

La táctica empleada por el BPR con la ocupación de embajadas busca llamar la atención del mundo sobre la trágica situación que se vive en El Salvador, que es calificada por muchos como preinsurreccional. La preferencia de los guerrilleros por las repre sentacíones de países con larga tradición democrática (Costa Rica, Francia, ahora Venezuela) tiene un objetivo muy concreto: provocar la presión enérgica de aquellas naciones.

El Gobierno salvadoreño, mientras tanto, parece haber reconsiderado su postura inicial de negarse en redondo a cualquier negociación con el BPR. Así se interpreta la puesta en libertad de dos de los prisioneros políticos que reclamaban los ocupantes de la embajada de Francia. Uno de los liberados es el secretario general del Bloque Popular Revolucionario, Facundo Guardado, quien, a las puertas de la prisión, exhibió evidentes señales de haber sido torturado durante su estancia en la cárcel.

El jueves fue puesto en libertad, igualmente, el estudiante José Ricardo Mena. Los guerrilleros exigen aún la excarcelación de José Oscar López, Marciano Meléndez y Numa Alberto Escolar, pero el Gobierno asegura no tener a estas personas en su poder.

La simpatía popular hacia los grupos guerrilleros, relativa hace poco tiempo, ha aumentado de forma notable en los últimos días, sobre todo a raíz de la «matanza de la catedral», en la que veinte personas murieron, por lo menos, y otras cuarenta resultaron heridas por los indiscriminados disparos de la policía y el Ejército contra un grupo de manifestantes.

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