La RDA rehabilita a "su disidente" más peligroso
Tras dos años de arresto domiciliario, el Gobierno de la República Democrática Alemana ha decidido devolver al físico y militante comunista Robert Havemann la plena libertad de movimientos. Havemann es considerado en la RDA como el «disidente» más peligroso, debido a sus posiciones consecuentes.
Su mujer, Katia, que desde 1976 comparte la retención de su marido, podrá también actuar libremente dentro del territorio de la RDA, que tanto ella como su esposo se han negado siempre a abandonar. Hasta sus últimas obras críticas respecto del «socialismo real» que encarna el aparato estatal de la RDA, el camino político y profesional del profesor Havemann no ha sido nunca fácil Cuando aún era estudiante de Físicas, fue detenido por los nazis y condenado a muerte dos veces. La pena se aplazó en ambas ocasiones por razones fortuitas. Durante su retención en la prisión berlinesa de Brandenburg-Goerden coincidió con el actual jefe del Partido Socialista Unificado (comunista) de la RDA, Erich Honecker.Una vez derrocado el nazismo, Havemann concluyó sus estudios y ganó la plaza de administrador del Instituto Kaiser Wilhelm. En 1946 se adhirió al Partido Socialista Unificado de la RDA, tras su anterior militancia en el KPD (comunista). Al año siguiente, los norteamericanos le expulsaron del Instituto por considerarle «espía ruso». La razón que dieron los norteamericanos fue la de «agitador contra la bomba de hidrógeno». Una vez profesor de la Universidad Humboldt, de Berlín oriental, y director del Instituto Físico-Químico de la misma, Havemann llegaría a ser diputado en la Cámara Popular (Parlamento). En 1963 incrementó sus incipientes críticas contra los modos estalinistas del régimen germanooriental. En mayo de 1964 fue expulsado del partido por su «conducta contraria al partido». Dos años después perdía también sus puestos docentes y se vio obligado a contar exclusivamente con una mínima pensión, como víctima del fascismo. Este «disidente indomable» no ha ocultado nunca que se considera un «marxista alemán» y tiene a la RDA como «el primer Estado socialista de la nación alemana», que además es «el mejor Estado alemán, desde el punto de vista histórico, y el que cuenta con mejores perspectivas».
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