_
_
_
_
_

Finalizadas las negociaciones sobre precios agrarios

A las tres de la madrugada quedaron concluidas en el Ministerio de Agricultura las negociaciones sobre precios de productos agrarios sometidos este año a regulación de campaña. Tal y como se esperaba, los polémicos precios de la leche y del aceite de oliva dilataron excesivamente la sesión, que duró quince horas; después de esta jornada maratoniana no se llegó a un acuerdo sobre la leche, y se decidió que el precio del aceite de oliva no se fijará basta junio. Los representantes de la Administración y de las organizaciones agrarias que han intervenido este año en las negociaciones se reunirán de nuevo esta mañana en el Ministerio de Agricultura para la firma de la tabla de precios y de sus medidas complementarias, que serán presentadas al Gobierno en su reunión de mañana.

El precio de la carne de pollo ha quedado establecido en 89 pesetas/kilo, y a la hora de cerrar esta edición se estaban perfilando los últimos detalles sobre los dos precios que aún faltaban por aprobar: huevos y caña de azúcar. Aunque no se conocían oficialmente, todo indicaba que podría ser de tinas cincuenta pesetas para la docena de huevos; el precio de la caña de azúcar queda sujeto a una simple corrección respecto del precio aprobado para la remolacha.El precio del aceite de oliva ha quedado fuera de la tabla de precios agrarios después de seis horas de negociación. El acuerdo se dilató excesivamente como consecuencia de la postura mantenida por la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG), cuya intención es que se fijara un nuevo precio de garantía para el aceite de oliva, mientras el resto de las organizaciones consideraba que ese nuevo precio no entraría en vigor hasta el próximo otoño, que es cuando comienza la próxima campaña, y ello podría dar lugar a distintas maniobras especulativas; estas organizaciones preferían profundizar en el tema del olivar, pero tratándolo desde el punto de vista estructural.

El acuerdo alcanzado supone la continuidad de esta negociación en una mesa de trabajo que se constituirá inmediatamente en el FORPPA para estudiar todos los problemas del sector, especialmente los relacionados con el patrimonio comunal olivarero, reestructuración del olivar, regulación del mercado de aceites, sistemas de fijación de precios para las aceitunas, en vez de para el aceite, y subvenciones para este cultivo.

La mesa se marca un plazo hasta el próximo mes de junio para fijar un nuevo precio para el aceite de oliva, con la posibilidad de que se establezca una banda de garantía a la producción, indicativo y de intervención superior (protección al consumo), frente al sistema actual, que sólo fija el precio de garantía. El ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, que ha presidido todas las sesiones desde que se negocian los precios, producto por producto, también se ha comprometido a asistir a las sesiones finales de la mesa, cuando ya se puedan tomar decisiones, además, también se reunirá con un representante de cada una de las organizaciones agrarias que intervienen este año en las negociaciones para determinar las condiciones de trabajo de la mesa del FORPPA.

En relación con el tema del olivar, los asistentes sacaron a colación la actual atonía en el mercado del aceite de oliva, que se cotiza cinco pesetas por debajo de los precios de garantía ( 108 pesetas/kilo); en este sentido, la Administración tratará de agilizar al máximo las actuaciones posibles: se hará cargo de todo el aceite que oferte la producción, tratará de agilizar los análisis de muestras de los aceites ofertados, aumentará las disponibilidades de almacenaje y acelerará el pago de las compras.

Tras ocho horas de discusión sobre el precio de la leche, los asistentes no llegaron a ponerse de acuerdo, repitiéndose así lo mismo que en la pasada campaña.

De entre los representantes sentados a la mesa de negociación pronto surgieron dos bandos: por una parte, el Centro Nacional de Jóvenes Agricultores (CNJA), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y el Ministerio de Agricultura se mostraron partidarios de elevar el precio de la leche a diecinueve pestas/litro, que entraría en vigor en julio próximo y se revisaría en enero. Por su parte, la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG), la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) y la Unión de Federaciones Agrarias de España (UFADE) querían incrementar el precio a veintiuna pesetas/litro y que entrara en vigor a partir de septiembre, con vigencia de un año. Ante esta falta de acuerdo, el precio de la leche quedará fijado unilateralmente por el Gobierno y, por tanto, es muy probable que ronde las diecinueve pesetas propugnadas por el Ministerio de Agricultura.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_