Las formas de vida creadas por científicos podrán ser patentadas
En una decisión histórica, con enormes implicaciones de carácter moral y económico, un tribunal norteamericano dictaminó ayer que las nuevas formas de vida, creadas por los científicos en el laboratorio pueden ser patentadas.
El Tribunal de Aduanas y de Apelación de Patentes decidió. por cuatro votos a favor y uno en contra, que los inventos susceptibles de comercialización deben estar protegidos por una patente, sin que la creación de un organismo vivo pueda quedar excluida de esa norma. El dictamen judicial es de especial importancia en el campo de los microorganismos con aplicaciones de tipo industrial o farmacéutico.Concretamente, el tribunal estudió las peticiones de patente hechas por dos inventores. El primero de ellos, Malcom Bergy, purificó cepas de bacterias hasta obtener un tipo que no se da en la naturaleza y que, en determinadas circunstancias, produce un antibiótico conocido como lincomicina. Los «derechos» de este invento fueron vendidos a la empresa Up John Co., de Michigan.
El segundo «invento», cuyos derechos son propiedad de la compañía General Electric, es una nueva cepa de bacterias que producen enzimas que descomponen el petróleo y que podrían ser de gran utilidad para combatir las «mareas negras». Los científicos «construyeron» esta nueva bacteria mediante la inserción de material genético en una bacteria común.
Para el tribunal, «el hecho de que los, microorganismos sean seres vivos no tiene significado legal» y, por tanto, no deben ser tratados de forma distinta que los compuestos químicos, a la hora de garantizarles el derecho a una patente.
Anteriormente, el registro de patentes había rechazado la inscripción de microorganismos, alegando que eran «productos de la naturaleza», pero el Tribunal de Apelación dio la razón a los argumentos presentados por los demandantes, que dicen que las nuevas formas de vida son el producto del trabajo de un científico.
No se descarta que la oficina de patentes recurra ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos y, en cualquier caso, la decisión del Tribunal de Apelación no significa que vayan a concederse patentes de manera automática a todas las nuevas formas de vida creadas en los laboratorios. Pero la decisión judicial provocará, sin duda, un incremento en las investigaciones de la llamada «ingeniería genética » y muchos nuevos descubrimientos podrían ser registrados en el futuro, a menos que el Tribunal Supremo revoque esta decisión.
Según el diario Washington Star, que informó ampliamente del tema, el Tribunal de Apelación señaló que no estaba extendiendo el campo de aplicación de las patentes, sino exclusivamente interpretando el significado de las leyes al respecto. Estas leyes disponen que debe concederse una patente a «cualquier invento o descubrimiento de cualquier nuevo y útil proceso, maquinaría, manufactura o composición material, así como a cualquier mejora, nueva y útil, de otros inventos».
Al denegar el registro a este tipo de «inventos», la oficina. de patentes había alegado que podrían producirse en el futuro peticiones similares en relac:ión con todas las formas de vida, incluida la humana. Pero el Tribunal de Apelación rechazó estos argumentos, porque las patentes sólo se podrán conceder a organismos vivos que cumplan otros requisitos de la ley, como que la nueva forma de vida sea «nueva, útil y no obvia».
El tribunal señala en su decisión que el proteger media.nte patentes estos descubrimientos «promoverá el progreso» y que «la industria norteamericana está en el umbral de un nuevo avance en el campo de la biología molecular».
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