Nuevo paro en Michelin de Vitoria

Cerca de 3.500 trabajadores de la fábrica Michelin de Vitoria, de una plantilla total de 4.000, iniciaron ayer una huelga de una semana de duración. Dentro de los planes de presión del comité de empresa, que se trazaron en enero ante la resistencia empresarial a negociar un convenio colectivo, se decidió realizar ceses de una semana por mes en la actividad laboral.Después de realizados los paros correspondientes a los meses de enero y febrero se produjo el secuestro del director de la fábrica de Vitoria, Luis Abaitua -hecho atribuido a ETA p-m-, como consecuencia de dicho incidente, y cumpliendo las peticiones de los secuestradores se formó una comisión deliberadora del convenio, presidida por el inspector jefe de Trabajo de Alava, y compuesta por una serie de personas designadas por Michelin y por el comité de empresa de la fábrica de Vitoria. Poco después de que los negociadores de la empresa hicieran una contrapropuesta a la plataforma de convenio, que la parte social había planteado en diciembre, se produjo la liberación del secuestrado.

El sábado pasado, aproximadamente diez días después de la liberación, el comité de empresa de Michelin estima que sigue sin existir una contrapropuesta global a la plataforma de convenio, por lo que el domingo propuso a la asamblea de trabajadores, que tuvo lugar en un polideportivo municipal de Vitoria, si se seguía adelante con las formas de presión previstas en enero. Tras decidirse en voto secreto y por amplia mayoría tal continuación, se procedió ayer a la tercera semana de huelga de este año. Este sistema de paros rompe el ritmo de producción en cadena de la fábrica de Vitoria y se considera más viable que la huelga indefinida.

El comité de Vitoria ha reconocido que la actitud de la empresa se ha hecho más flexible, y de hecho ha reconocido oficialmente la capacidad de acción del comité, que hasta ahora, ignoraba de hecho. Sin embargo, la empresa sigue apelando a la política económica del Gobierno para no modificar sus condiciones salariales, no contesta a los puntos sociales de la plataforma y no entra a discutir los dos caballos de batalla de las relaciones laborales de Michelin, que son el sistema de organización del trabajo, y la jornada.