Posible deseo negociador del Gobierno de Hanoi

Vietnam no proyecta romper relaciones diplomáticas con China y puede estar dispuesta a discutir todos los problemas que afectan a los dos países, según acaba de declaran Vo Van Sung, embajador de Vietnam en Francia.El diplomático hizo ese anuncio al fin de una conferencia de prensa durante la cualicalificó la invasión china de Vietnam de «verdadera guerra de agresión, cuidadosamente preparada -añadió- durante varios meses».

Vo Van Sung no ofreció detalles sobre la presunta voluntad negociadora de Hanoi. Al contestar a una pregunta sobre la posible ruptura de relaciones entre las dos naciones, dijo: «Se trata de un asunto que no está ahora en consideración.»

El embajador también indicó que las fuerzas chinas siguen recibiendo refuerzos y que actualmente controlan un territorio de unos diez kilómetros de profundidad en Vietnam.

Manifestó a la vez que la lucha que se está librando en Camboya «es la segunda guerra china, conducida -explicó- por la vía de Pol Pot». Afirmó que 20.000 soldados chinos se encuentran en territorio camboyano.

Numerosos expertos occidentales señalan que las operaciones chinas en Vietnam pueden representar sólo el primer paso de una larga campaña para controlar los centros vitales de la economía y la política vietnamita. Subrayan, sin embargo, que todo depende aún del deseo de Hanoi de negociar un acuerdo con Pekín. En caso de que ese deseo exista, las operaciones chinas en las cuatro provincias vietnamitas ocupadas se suspenderían o se harían muy lentas. En este momento, la aviación china no parece prepararse para un ataque contra objetivos industriales o nudos de comunicaciones más allá del frente.

Los analistas occidentales sostienen que si Hanoi se niega a negociar es probable que China reinicie la ofensiva.

Aparte del interés chino en relacíón con la posible voluntad negociadora de Vietnam, es esa amenaza la que en este instante también parece inducir a los chinos a su actitud más bien estática en el campo de batalla, no las bajas y pérdidas de material que los vietnamitas dicen haber infligido a sus tropas.

Aunque los soviéticos sólo han reforzado su flota en el sur del mar de China con una fragata del tipo Petya y no han puesto en marcha ninguna acción militar importante a lo largo de la frontera siberiana, los analistas afirman que los mándos chinos no desconocen en absoluto la envergadura de las opciones que se le ofrecen a la URSS para detener sus operaciones en Vietnam.

Aun en medio del invierno -explican los especialistas- los soviéticos disponen de una mayor movilidad en su larga frontera con China, que se extiende desde el Asia central soviética hasta el Pacífico.

El Estado Mayor chino y los expertos del Oeste consideran que sería probablemente Manchuria la región que la URSS elegiría para un ataque. Frente a esa zona, Moscú ha estacionado las unidades mejor equipadas y entrenadas de las 44 divisiones que componen su ejército en Siberia oriental. Tres, por lo menos, de las seis divisiones acorazadas de la URSS, y dieciocho divisiones de infantería se encuentran en ese área, y en caso de guerra dispondrían del apoyo de 180 bombarderos de largo alcance y de unos 1.200 cazas y caza-bombarderos.

Algunos de los más importantes complejos siderúrgicos chinos se encuentran en Manchuria y muchas fábricas de aviación militar han sido instaladas en Mukden. Paralelamente, las explotaciones petrolíferas más productivas de China se levantan en Taching, en el norte de Manchuria, muy cercanas a la frontera soviética. La ocupación temporal de Manchuria por la URSS significaría para Pekín la pérdida de gran parte de su estructura industrial.