El cardenal Samoré, enviado papal, pospone su viaje a Chile
El cardenal Antonio Samoré, enviado personal del papa Juan Pablo II para intervenir en la búsqueda de una solución pacífica en el diferendo limítrofe austral argentino-chileno, aplazó hasta el jueves el viaje a Santiago de Chile, previsto para la tarde de ayer. El cardenal Samoré se entrevistó ayer con el presidente argentino, general Jorge Videla.También ayer permaneció reunido el Comité Militar argentino -organismo integrado por el presidente Videla y los tres comandantes de las fuerzas armadas-, según trascendió en medios solventes, aunque no hubo información oficial al respecto.
En las cancillerías de las dos naciones afectadas por el litigio del canal del Beagle se sigue con suma cautela la misión pontificia. Aunque ambas partes han saludado con «moderado optimismo» la iniciativa vaticana, la extremada radicalización de las posturas no permite abrigar grandes esperanzas sobre la eficacia de la gestión.
El propio enviado papal lo ha reconocido tácitamente así al insistir en sus declaraciones periodísticas que su papel no es el de mediador o árbitro, sino que tratará de recoger « la mayor cantidad de información» sobre los términos en que está planteado el pleito para, posteriormente, proponer, si ello es factible, alguna iniciativa concreta a las partes.
Búsqueda de una base de entendimiento
Los analistas estiman que la delegación vaticana estudiará detenidamente los planteamientos chilenos y argentinos para buscar alguna base de entendimiento. Si se halla ésta, la Santa Sede podría convertirse en mediador oficial en el pleito y, consiguientemente, proponer un calendario de entrevistas y un temario determinado. Este último punto será, en opinión de la mayoría de los expertos, el escollo más difícil de la misión del cardenal Samoré, ya que Chile y Argentina no lograron llegar a un acuerdo sobre los términos en que se debía someter el litigio al arbitraje papal, cuando, a príncipios de este mes, los cancilleres de ambos países se reunieron en Buenos Aires. Los argentinos son partidarios de fijar de antemano los límites de la actuación del mediador, mientras que Chile sostiene la tesis de que debe dejársele completa libertad de acción, con un temario abierto.
Uno de los detalles que contribuyen al clima de «cauteloso optimismo» conseguido gracias a la iniciativa papal es, precisamente, la personalidad del enviado, el cardenal Antonio Samoré, formado de acuerdo a los más exquisitos cánones de la diplomacia vaticana.
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