La Santa Sede mediará en el conflicto del Beagle
Ante el conflicto del Beagle, el Gobierno de Buenos Aires propuso como mediador a la Santa Sede, lo que fue aceptado por Chile. Sin embargo, Argentina condicionó la mediación, entre otros puntos, a que se establezca una delimitación previa en la zona austral, lo cual ha sido rechazado por Santiago de Chile.Mientras tanto, la tesis del congelamiento indefinido del pleito limítrofe entre Chile y Argentina, cobra fuerza como solución más probable del conflicto.
La mayoría de las fuentes diplomáticas consultadas insisten en que esta es la fórmula más repetida en Latinoamérica en situaciones similares, como las que protagonizan Honduras y El Salvador, Colombia, Venezuela, Perú, Chile y Bolivia o Ecuador y Perú.
Para algunos otros analistas, sin embargo, nunca como ahora han existido condiciones objetivas más adecuadas para resaltar el peligro de una guerra entre Chile y Argentina. Para dichos observadores este último país ha puesto demasiada carne en el asador como para abandonar ahora las reclamaciones de soberanía sobre las tres islas del canal del Beagle.
En la escueta explicación oficial facilitada por Chile sobre la reunión de Buenos Aires, en la que participaron los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países litigantes, no se dice una sola palabra sobre los próximos pasos a dar. Solamente se explica que las exigencias de Argentina para que el Estado mediador actuara sobre la base de una delimitación fronteriza en la zona del conflicto eran inaceptables por parte de Chile.
Los próximos días serán, pues, decisivos para intentar adivinar cuál va a ser la evolución del conflicto. Si los dos países guardan silencio, se observa un relajamiento en los movimientos militares producidos en las últimas semanas, habrá de concluirse que Argentina congelará el conflicto en sus circunstancias actuales y esperará una coyuntura interna y exterior más favorable para resolver, el pleito. Si la mucho más improbable tesis de la intervención armada triunfa, ésta se producirá, sin duda, con rapidez y por sorpresa.
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