Drásticas medidas de seguridad en la elección del nuevo presidente italiano

Por séptima vez se reúne hoy el colegio electoral compuesto por las dos Cámaras del Parlamento y 58 representantes de las regiones, para iniciar la elección del presidente de la República italiana, que se prevé larga. Las votaciones comenzarán a las cuatro de la tarde en medio de grandes medidas de seguridad en el Palacio Montecitorio, sede del Parlamento italiano.

Cada votación durará unas dos horas, en la primera votación cada partido votará un candidato que será una especie de «globo sonda» para pulsar el ambiente, ya que no fue posible, como se deseaba al principio, ponerse de acuerdo previamente, acerca de un candidato único que recogiera el máximo de consenso.Los socialistas no aceptan ningún candidato que no sea de su partido. El PCI, que desearía un candidato que no fuese ni democristiano ni socialista, parece ser que aceptaría la candidatura de Sandro Pertini, ex presidente de la Cámara Socialista, no vinculado a la política de tendencias, que sería aceptado también por la DC y el Partido Republicano. Es una de las figuras de mayor prestigio de la política italiana y que goza de enorme simpatía. Sólo tiene un defecto, su avanzada edad: ochenta y dos años.

La mayor novedad de esta elección del séptimo presidente consiste en el impresionante servicio de orden público montado por temor a posibles acciones terroristas. «Inexpugnable como un búnker, el palacio de Montecitorio», titulaba ayer Corriere della Sera, casi a toda página. Cientos de carabineros, de bomberos, de expertos en explosivos y de policías secretas vigilarán el palacio desde el tejado hasta los sótanos. La vigilancia durará día y noche y se extiende también a todas las casas de los alrededores. Tanto la puerta central como las ventanas han sido protegidas con cristales anti-bala.

Se puede decir que desde esta mañana «Montecitorio» será como una isla en el centro de Roma, poblada por unas tres mil personas que antes de poder entrar serán registradas desde los pies hasta la cabeza.

El acto lo abrirá y lo presidirá el comunista Pietro Ingrao, presidente de la Cámara de Diputados. A su lado debería estar Amintore Fanfani, presidente del Senado, pero le sustituirá el senador Catellani, porque el democristiano Fanfani estará presente como sustituto presidente de la República.

El chalé de veraneo del presidente del Partido Republicano, Ugo la Malfa, fue ayer objeto de un atentado terrorista. El chalé se halla en la zona de mar de Tor San Lorenzo, a unos sesenta kilómetros de Roma. Una serie de botellas incendiarias fueron lanzadas por la chimenea y destruyeron completamente su despacho. Los bomberos lograron evitar que el incendio se propagase y descubrieron en el jardín una serie de cócteles molotov preparadas ya para la explosión.

Ugo la Malfa es uno de los «papables» para la presidencia de la República, a pesar de sus setenta y cinco años. Lo votarían con gusto democristianos y comunistas, pero el PSI le puso el veto porque La Malfa, desde hace años, mantiene que en Italia es indispensable, para salir de la crisis económica y de la situación de desorden público, la participación de los comunistas en el Gobierno.