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Cuarenta mil personas piden en Bilbao conciertos económicos

Cerca de 40.000 personas movilizó ayer la manifestación que había sido convocada para las siete de la tarde en Bilbao con el objeto de reivindicar la restauración inmediata de los conciertos económicos en Vizcaya y Guipúzcoa, derogados en virtud de un decreto de guerra dictado por Franco cuatro días después de que sus tropas conquistasen la capital vizcaína.

Cuatro partidos de la izquierda vasca (ElA, ESEI, ORT y PTE) suscribieron ¡unto con el PNV -promotor de esta iniciativa- la pancarta unitaria que abría la marcha con la siguiente leyenda: «No hay autonomía sin conciertos económicos». Otras dos organizaciones (EMK y OIC) se sumaron a la manifestación con consignas relativas al derecho de autodeterminación.El recorrido, de unos dos kilómetros de longitud, fue el que se ha convertido ya en habitual para este tipo de grandes concentraciones: desde la plaza del Sagrado Corazón hasta el Arenal. Cerca de dos horas y media duró la marcha y la cola tardó unos setenta minutos en ponerse en movimiento.

Al estilo de lo que ya ocurriera con ocasión del Aberri Eguna, también esta vez el PNV llegó casi a monopolizar la manifestación, ya que al menos 35.000 personas desfilaron bajo sus siglas. La participación de la izquierda, muy escasa, ha venido a demostrar que hay bastantes cuestiones que le preocupan más que los conciertos económicos, tema que, en cierto modo, vinculan a los intereses de la burguesía. También es destacable la ausencia de numerosos partidos de la izquierda abertzale.

Los nacionalistas entienden, sin embargo, que los conciertos son una reivindicación prioritaria para todo el pueblo vasco y así lo pusieron ayer de manifiesto con gritos y pancartas que en todo momento subrayaban la necesidad de los conciertos económicos para solventar las necesidades financieras de la futura autonomía.

Que están dispuestos a llevar el tema hasta donde les sea posible lo demostraron bien a las claras con la presencia de todos sus hombres públicos al frente de la marcha: parlamentarios, miembros del Consejo General vasco y dirigentes de sus comités regionales. Se había dado, además, orden de movilización general a la militancia, que se trasladó hasta Bilbao desde las cuatro provincias en centenares de autobuses.

«Conciertos económicos ahora» fue con mucho el eslogan más coreado por los nacionalistas. A la sombra de miles de ikurriñas, otras pancartas recogían textos del siguiente tenor: «No hay amnistía total sin conciertos», «El dinero de Euskadi para Euskadi» y «No aceptamos limosnas». No faltaron las alusiones al presidente Suárez y a los miles de millones que el Estado tributa sin que en gran medida reviertan luego al País Vasco.

Todo ello sin incidente alguno y en medio de un singular despliegue de las fuerzas de orden nacionalistas, que vestían riguroso uniforme. Mientras los nacionalistas centraban su movilización en el tema exclusivo de los conciertos, los partidos de izquierda -unas 5.000 personas en total- preferían hablar de autonomía y autodeterminación, sin que faltasen también alusiones a la independencia y a ETA.

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