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Fallado el premio Gloria Fuertes

La poesía, por y para los niños

Gabriela Cañas

«La poesía de los mayores está llena de ritmas y metáforas. Nosotros nos fijamos, en cambio, en las cosas inútiles, en las más tontas, y nos parecen las poesías más graciosas. Además, los problemas de los mayores no se parecen nada a los nuestros.» Así ven los niños la poesía y a sus anchas se han expresado para participar en el primer concurso de poesía escrita por niños, organizado por la librería Garbancito, de Madrid. La idea partió de la escritora Gloria Fuertes y la librería la puso en marcha con su nombre. El Premio Gloria Fuertes lo han conseguido casi todos. De las 20.000 poesías enviadas, se han seleccionado 120 para editar un libro que irá acompañado de la biografía de cada uno de los autores e ilustraciones infantiles.Los máximos galardones se los han llevado cinco niñas y un niño. Gema Blanco, Laura Pérez y Eva Crespo, de siete, nueve y ocho años, respectivamente, son las tres primeras del grupo de los pequeños. Andrea Leal, Claudio Méndez e Isabel García, de catorce años la primera, y doce los otros dos, del grupo de los mayores.

Desde que se convocó el concurso, el 18 de marzo pasado, niños de toda España han mandado a la librería su pequeña hoja de cuaderno expresando libremente lo que más les apetecía. «Yo me inspiré cuando vi a mi hermana María (de dieciocho meses) haciendo pis y escondiéndose porque le daba vergüenza. Me hizo mucha gracia.» Esto lo cuenta Gema, de siete años, ganadora del concurso. «Pues yo -dice Claudio- me inspiré en la vaguada. Allí había unos señores asando chuletas en un pequeño fuego. Me imaginé que eran pastores y que Jesús vivía todavía y que aparecía el ángel y todos se olvidaban del hambre y le seguían.»

Algunos de los niños han leído a García Lorca, a Alberti y, sobre todo, han descubierto, tras el concurso, a Gloria Fuertes. Pero lo que más les entusiasma es la poesía de los demás niños. Según han comprobado en la librería, la primavera, la madre, el abuelo o los pájaros, son los temas más desarrollados. La imaginación, desbordante. Laura, una de las ganadoras, tiene casi terminado un libro de poesía porque, según cuentan sus padres, las escribe con increíble facilidad y una enorme inventiva.

La idea de los organizadores es que los niños sean poetas desde ahora, crearles un, aliciente para que se expresen. Idea que los niños han acogido calurosamente. «Yo no quiero ser poeta -dice Claudio-, ero me gusta escribir poesía porque es como un sedante para mí.» Laura escribe en cualquier momento, cuando se aburre las hace por docenas. Todos quieren repetir la experiencia en caso de que la librería Garbancito convoque nuevos concursos.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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