La URSS será un país distinto en diez años

Aunque la Unión Soviética sufrirá dificultades económicas serias en la próxima década, seguirá dando carácter prioritario a su programa de gastos militares, según un estudio sobre el futuro de las relaciones Este-Oeste preparado por expertos de la OTAN y aprobado ayer en la cumbre que celebran en Washington los líderes de la Alianza Atlántica.El informe, de unos 150 folios, se mantiene secreto en su mayor parte, a causa del carácter «delicado» de algunas de sus conclusiones y previsiones, pero un resumen del mismo fue facilitado a la prensa y otros aspectos se filtraron a los informadores.

El estudio sobre las relaciones entre Este y Oeste fue elaborado por tres expertos de la OTAN y, está basado en 35 trabajos anteriores. Su finalidad es trazar las líneas maestras de las relaciones entre los dos bloques en los años ochenta.

La escasez de recursos y de fuerza de trabajo provocará graves dificultades a la economía de la URSS, augura el documento, lo que colocará a las potencias occidentales, más fuertes económicamente, en una situación ventajosa. Los aliados de la OTAN deben prepararse para ofrecer comercio y créditos a la URSS, pero condicionándolos al cese del crecimiento militar soviético y a la actitud de Moscú en el Tercer Mundo, recomienda el documento.

Este añade que la Unión Soviética será probablemente una nación acusadarnente diferente, social, económica, política e incluso militarmente, en los próximos diez años.

Los especialistas de la OTAN preven una «crisis sucesoria» en la URSS tras la desaparición de Leónidas Brejnev, e incluso el nacimiento de una nueva generación de líderes soviéticos, más nacionalistas. El documento añade que si bien la Unión Soviética está dispuesta a aceptar un equilibrio atómico con Estados Unidos, no admite, por el momento, una paridad de fuerzas convencionales y tácticas en Europa.

El documento recomienda a los países de la OTAN que intensifiquen sus relaciones con los Estados miembros del Pacto de Varsovia, ya que predice también serias dificultades de Moscú con sus aliados del Este, cuando, éstos quieran desarrollar políticas más independientes, a lo que se opondrán los rusos.

El estudio sobre relaciones Este-Oeste en el futuro insiste en la validez actual de las funciones de la OTAN, descritas en el informe Harmel, de 1967, que son el mantenimiento de la seguridad militar y la continuación de la detente. Los miembros de la Alianza Atlántica deben insistir en su defensa de los derechos humanos, según el acta final de Helsinki, recomienda, asímismo, el informe aprobado ayer por la cumbre de Washington.