Hoy, se inaugura la exposición antológica de Josep Renau

Ciento treinta y cuatro obras integran el catálogo de la primera exposición antológica de Josep Renau en Madrid, desde hace cuarenta años. Esta exhibición artística se inaugura a mediodía de hoy en el Museo Español de Arte Contemporáneo (Ciudad Universitaria). Patrocinada por el Ministerio de Cultura, coincidirá en el tiempo y espacio con la recuperación cultural que estas semanas se realiza de otros dos valores españoles universales, Miró y Sert.

Josep Renau, profesor de Bellas Artes, pintor, grafista y escritor, fue director general de Bellas Artes durante la guerra civil, época en que tuvo una destacada participación en la organización del salvamento del patrimonio artístico y del pabellón español de la exposición internacional de París, en 1937, donde apareció en público por primera vez el Guernica, obra que Renau había encargado a Picasso. Desde 1939 residió exiliado en México, y desde 1958 en la República Democrática Alemana. Nació en Valencia hace 71 años.La primera parte de la exposición está dedicada a la obra pictórica de su etapa inicial, de carácter academicista con muestras de la primera exposición de Renau en Madrid en 1928, así como dibujos relativos a la pintura rupestre valenciana de las cuevas de Moncofar (Castellón). Catorce carteles, desde el dedicado a la exposición de Guillort hasta uno didáctico sobre el desnudo humano para menores de trece años, componen la segunda parte. Entre los carteles se encuentra uno del período republicano, Gran corrida, premio de la Asociación de la Prensa de Madrid (1935), y que en las elecciones valencianas del 36 se utilizó de manifiesto electoral, o el que en 1949 mereció el premio internacional de la ONU.

Los fotomontajes de esta exposición muestran cuatro temas diferentes de la producción de Renau: el ciclo de American way of life, que realmente es un proceso analítico contra el capitalismo contemporáneo; la serie de fotomontajes sobre la confrontación de las dos Alemanias, la desmitificación del sexo y manipulación erótica de la mujer, y, por último, una docena de bocetos sobre trabajos realizados en la República Democrática Alemana.

«Josep Renau fue el primer artista que en los años treinta integra el fotomontaje como arma política -comenta el crítico de arte Manuel García, encargado por el Ministerio de Cultura para coordinar esta exposición- Recogiendo la propuesta dadaísta alemana de Hartfield, crea una alternativa a la escuela española de París. Abandona la pintura de caballete, el original como valor de cambio en el mercado cultural para abordar, por primera vez, y con criterios artísticos la obra de arte multirreproductiva. Renau aplica, sin saberlo, la teoría que posteriormente formula Walter Benjamin. Como cartelista sintetiza las necesidades coyunturales de las masas, condensando imagen y consigna con un lenguaje vanguardista. »

Josep Renau pertenece a la generación valenciana de los años treinta de Tonico Ballester, Paco Badía, Francesc Carreño y Manuel Ballester. Por medio de la revista Nova Cultura (la editorial Tres i Quatre acaba de lanzar un libro del propio cartelista sobre esta publicación, prologado por Manuel García), integra a Max Aub, Juan Gil-Albert, Juan Piqueras y otros en uno de los intentos más profundos de renovación de las artes y letras valencianas.

«La selección de la exposición la ha realizado el mismo Renau -señala su coordinador- Ante todo, tiene un carácter sintético y antológico por razones del espacio que disponíamos. La temática es muy amplia, desde un bodegón académico a un boceto mural sobre el futuro trabajador del comunismo, desde un paisaje a un cartel antiimperialista, desde un retrato surrealista a un fotomontaje con Pinochet. También es representativa de su que hacer multidisciplinar: óleos, aerografías, dibujos a la tinta, fotomontajes, bocetos.»

Además de su aportación teórica, a modo de justificación de su obra, Renau ha cuestionado el mercado artístico propiamente dicho al abandonar personalmente las galerías, los marchands y las bibliografías artísticas al uso. «Sus originales no se venden -afirma Manuel García- Ha dado suficientes argumentos teóricos para justificar este rechazo del mercado artístico. Renau busca establecer una relación entre arte y vida sin la ligazón comercial tradicional.»