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Washington no impide ya la venta de centrales nucleares alemanas a Brasil

El ministro de Defensa, Apel, ha dicho ante los generales y almirantes alemanes, en su primer encuentro con ellos como responsable de esta cartera, que se mantiene en pie la opción de la bomba de neutrones, que la iniciativa debe partir de Washington y que el resto le corresponde a los aliados europeos de la OTAN. Esto significa que la aceptación del almacenamiento y construcción de la temida bomba en suelo europeo exigirá una respuesta unificada. El ministro de Asuntos Exteriores, Genscher, anunció a su vez que la ley norteamericana sobre limitaciones de poder nuclear no afectará las ventas de centrales atómicas alemanas a Brasil.El viaje de un día a Washington del ministro Hans Dietrich Genscher, titular de Asuntos Exteriores, no parece haber clarificado nada. Tanto es así que el diario liberal de Bonn General Anzeiger se pregunta si la supuesta aceptación de la bomba por la RFA y los extraños escrúpulos de Carter a última hora no serán cortinas de humo para mantener en conserva y al abrigo de la reacción popular una decisión que puede estar tomada hace tiempo.

Los conservadores alemanes -como su exponente el periódico Die Welt- prefieren acusar a los europeos de excesivas dilaciones en dar su respuesta, con lo que el continente quizá se vea privado de tan «efectivo» instrumento.

Como substrato de estas observaciones, todos coinciden en apreciar en el «asunto neutrónico» una grave falla en las relaciones dentro de la Alianza Atlántica. ¿Es cierto que Bonn conocía las «indecisiones» de Carter hace dos semanas? Entonces, ¿cómo puede interpretarse el viaje meteórico de Genscher a Washington y el malhumor del canciller Schmidt tras conocer el propósito norteamericano de embargar el uranio con destino a Europa si no se llegaba, hasta el próximo día 10, a un acuerdo en materia nuclear favorable a Estados Unidos? ¿Por qué entonces las declaraciones del experto del SPD Moellemann en las que afirmaba la aceptación incondicional de la RFA de la bomba de neutrones?

El ministro Genscher regresó con una buena noticia para la industria nuclear alemana y esto parece haber tranquilizado a quienes ven más el interés comercial que el impacto político-estratégico de la bomba de neutrones: los norteamericanos no incluirán la venta de centrales nucleares alemanas a Brasil en la zona afectada por la nueva ley estadounidense sobre limitación del potencial nuclear. Las razones de esa decisión tendrán que ser algún día explicadas por Carter. Como dice un comentarista del General Anzeiger, no puede olvidarse que, de hecho, «Carter apremió a la RFA en su día a aceptar la bomba de neutrones, y que cuando la RFA aceptó surge ahora la incertidumbre de Washington».

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