Inspectores de Aduanas revisan las existencias de leche en polvo en el puerto de Santander

Dos inspectores del cuerpo especial técnico de Aduanas se encuentran en Santander para investigar las posibles irregularidades en el tráfico de leche en polvo en el depósito franco del puerto. Los funcionarios, que lo son de la inspección general de Hacienda, sección de Aduanas, han revisado en los dos primeros días los documentos relacionados con el despacho de entrada de esta mercancía en el depósito franco, e inician ahora el recuento de las existencias de polvo en los diversos almacenes al objeto de conocer con exactitud la leche en depósito y determinar las salidas autorizadas y la cuantía de la mercancía sustraída.

Para esta operación los dos hombres enviados por la Dirección General de Aduanas cuentan con la ayuda de seis estibadores que habrán de mover y contar varios cientos de miles de sacos de leche en polvo, unas 15.000 toneladas en sacos de veinticinco kilos. El tiempo a emplear en esta operación será, según cálculos aproximados, superior a las mil horas, pero será más breve debido a una técnica de muestreo que se aplicará a la investigación.En el recuento, los inspectores encontrarán partidas de leche en polvo entradas en el depósito recientemente, pero contabilizarán otras que llevan en los almacenes francos más de tres años. La ley no permite el almacenamiento de mercancías en estos establecimientos durante más de cuatro años: terminado este plazo habrán de ser despachadas para su consumo o reexportadas.

Entre tanto, prosiguen las investigaciones judiciales y las que lleva a cabo el Tribunal de Defraudación y Contrabando, si bien no han trascendido otros nombres que los ocho implicados hasta ahora en la desaparición de esas cantidades de leche en polvo o la derivación de las mismas hacia el consumo humano. De momento, los dos implicados más importantes son el contratista Velasco Buitrago y un almacenista de piensos apellidado Haya radicado en las afueras de Santander, concretamente en el Ayuntamiento de Bezana, y que tiene negocios relacionados con la fabricación de pan.

Finalmente, digamos que al principio de semana hubo una amenaza de bomba en el depósito franco. La Guardia Civil revisó los almacenes y no encontró artefacto alguno. Como medida precautoria no se trabajó durante toda la tarde en la mayor parte de las dependencias del depósito.