También esta semana
Ha vuelto a iniciarse la semana con la oferta de textos poéticos, ilustrados por conocidos pintores. En la galería Múltiple (General Mola, 17) tuvo lugar, el pasado martes, la presentación de dos libros cuyos autores respectivos son José Miguel Ullán y Edmon Jábes, en versión castellana del propio Ullán. El título del primero de ellos es Bethel, adornado con cinco aguafuertes originales de José Hernández. Transparencia del tiempo se titula el otro, y se ve acompañado de cinco serigrafías de Eusebio Sempere. La tirada de uno y otro queda limitada a 75 ejemplares numerados. Con estas dos publicaciones inicia la editorial vallisoletana Carmen Durango su colección Marzales, específicamente destinada a monografías de artistas contemporáneos.Una interminable conferencia (¿dos horas?) pronunciada por la señora Ch. Desroches Noblecourt, en torno al tema Ramsés II, faraón de los milagros, sirvió de prólogo desmesurado a la exposición que, bajo el ampuloso título La tumba de Nefertari, se inauguró, el lunes pasado, en las salas del museo Arqueológico Nacional (Serrano, 13). ¿La tumba de Nefertari en Madrid? No; se trata tan sólo de una reproducción fotográfica, debida a la casa Kodak (cuya publicidad no se oculta), lo que realmente nos ha llegado, con honores fúnebres, a la capital del reino. No acaba uno de comprender que se quiera conferir carácter excepcional (¡y a qué precio!) a aquello que debiera constituir costumbre didáctica, investida, al menos, de una mayor periodicidad y de una condición absolutamente gratuita.
Entre el arte, la crítica y el humor sigue la cosa. Juguetes son, más que del viento, de nuestra diaria complacencia las cinco hojas de este árbol que acaba de echar sus bonancibles raíces, por vía de plausible excepción, en el aburridísimo panorama de las experiencias artísticas al uso. Los conocidos dibujantes de humor Julio Cebrián, Cesc, Dodol, Máximo y Ops han decidido constituirse en eso que se ha dado en llamar colectivo, y cada cual por su cuenta (aunque conscientes, los cinco, de no pocas resonancias recíprocas) nos ofrecen ahora en la galería Vandrés (Don Ramón de la Cruz, 26) una serie de agridulces y confortantes estampas. Arbol es el título que ellos han dado al naciente grupo, del que nosotros esperamos los más sazonados frutos y risueñas flores.
