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Los restos mortales del poeta Josep Carner serán inhumados en Barcelona

Falleció en Bruselas en 1970

Los restos mortales de Josep Carner, poeta catalán y ministro de la Generalitat en el exilio, llegarán mañana a mediodía al aeropuerto de Barcelona, procedentes de Bruselas, piara ser inhumados en el cementerio de Montjuich. Carner falleció en la capital belga el 4 de junio de 1970. Desde 1939, Carner sólo efectuó una breve visita a Cataluña.

Josep Carner, figura eminente de la lengua y la literatura catalanas, nació en Barcelona el 5 de febrero de 1884. A los once años publica sus primeros versos en la revista L'Aureneta y diversos poemas y artículos en los que ataca al modernismo literario por decadente y anacrónico. A los catorce años inicia los estudios de Derecho y Filosofía. De esta época data su vinculación a los Juegos Florales, en los que obtendría varios premios.Cataluña vive en este final de siglo el despertar histórico, literario y político que se conocería con el nombre de Renaixenea. Carner participa con toda su alma en este movimiento, a través de su admiración por Verdaguer, su colaboración política con Prat de la Riba y su obra de estructuración de la lengua catalana moderna, dirigida y alentada por Pompeu Fabra. También combate junto a Eugenio D'Ors Por el Noucentisme, movimiento que se abre paso con fuerza en Cataluña y que, de alguna forma, se corresponde con la llamada Generación del 98 que se desarrollaba entonces en el resto de España. En 1902 dirige la revista Catalunya, vinculada al centro Estudis Universitatis Catalans, cuyo gran animador es también Xenius.

Al vapor, primera obra teatral de Carner, que firma con el seudónimo de Pere de Maldar, se estrenó en el Novedades el 11 de febrero de 1901. Es también su primer libro. El llibre dels poetes, su primicia poética, se publica en 1904. Ese mismo año, Carner va a Mallorca y se convertirá en el lazo de unión entre los poetas catalanes y mallorquines.

El año clave del Noucentisme, 1906, Carner publica su obra máxima: Els fruits saborosos, que le consagra definitivamente.

En 1907 publicó Segon Ilibre de sonets, seguido de Verger de les galanies (1911) y Les monjoies (1912), con el que cierra la etapa, modernista del poeta.

De 1907a 1917 colabora como editorialista en el diario La Veu de Catalunya, órgano de la Lliga Regionalista. Esta colaboración se interrumpe a la muerte de su amigo y protector Prat de la Riba.

Su obra Bella terra, bella gent, de 1918, es considerada como el exponente más firme del poeta al llegar a su plenitud.

En 1920 ingresa en la carrera diplomática y es destinado a diversos consulados de Europa y América. La guerra española le sorprende como cónsul de España en Beirut. En 1937 es destinado como consejero a la embajada de España en París, cargo que desempeña hasta el 31 de octubre de 1938. Al terminar la guerra, Carner, que ha sido uno de los pocos diplomáticos fieles a la República, renuncia a su carrera y se exilia en Bruselas. A los pocos meses debe abandonar el país, ante la invasión alemana. Reside seis años en México, en donde es nombrado profesor extraordinario de la Universidad. De esta época son sus obras Nabí y El misterio de Guanaxhuata, escrita en castellano en homenaje al país que le ha acogido en su exilio.

De regreso a Bruselas, en septiembre de 1945, Carner es profesor extraordinario de Lengua y Literatura Españolas en la Universidad Libre de Bruselas y director del Institut Hispanique. En 1958 es nombrado doctor honoris causa de la Universidad de Aix-En-Provence. Fue también miembro del consejo ejecutivo de la Societá Europea di Cultura y, desde 1951 Chevalier de 1 -Ordre de la Couronne, de Bélgica.

En abril de 1970 Carner volvió temporalmente a Catalunya y recibió numerosos y fervientes homenajes. Regresó a Bruselas a finales de mayo y murió a los pocos días, víctima de un ataque de uremia. Su nombre había aparecido varias veces como candidato al premio Nobel de Literatura.

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