Pocas perspectivas de acuerdo entre Argentina y Chile sobre el Beagle

Ni en Buenos Aires ni en Santiago de Chile se esperan resultados espectaculares de la entrevista que ayer mantuvieron, en la localidad argentina de Mendoza, los presidentes Videla y Pinochet, para tratar el delicado tema de la soberanía sobre el canal de Beagle. El encuentro presidencial, aceptado por los argentinos ante «la reiterada insistencia» de Pinochet, según el Gobierno de Buenos Aires, constituye, sin embargo, el último intento de resolver por la vía de la negociación un conflicto que ha colocado a los dos países en una situación prebélica.

Según fuentes chilenas, Pinochet y Videla podrían llegar a un acuerdo para que, mientras dure la discusión del litigio, un organismo compuesto por representantes de las dos naciones administre las islas del canal de Beagle y del archipiélago de Hornos, cuya soberanía se disputan Chile y Argentina. Cabe también la posibilidad de que los dos países acudan a la mediación de un tercero para que colabore en la búsqueda de una solución pacífica al problema; algunos observadores apuntan que este mediador podría ser Estados Unidos, donde se manifiesta preocupación por el tema a causa, de la importancia estratégica de la zona.

A pesar de estas especulaciones, las perspectivas de posibles acuerdos aparecen remotas. Tanto Argentina como Chile mantienen posiciones intransigentes en el conflicto: Videla y Pinochet se han reunido ayer después de reiterados anuncios por ambas partes de que ninguno cederá ni un ápice en sus respectivas posiciones.

El falla arbitral de la corona británica, al que de común acuerdo sometieron Argentina y Chile la discusión sobre la soberanía del canal de Beagle, favorece claramente a los chilenos, que aceptaron inmediatamente la sentencia. Argentina, por su parte, pidió nueve meses de plazo para emitir su opinión. El plazo vence el próximo 2 de febrero, pero las autoridades de Buenos Aires ya han anunciado su intención de rechazar el laudo británico.