Los tratamientos químicos en la agricultura, causa de la contaminación de la leche materna
En nuestra edición del sábado ofrecíamos el avance de las investigaciones llevadas a cabo por el equipo de la cátedra de Bromatología de la facultad de Veterinaria de Córdoba dirigido por el doctor Rodrigo Pozo Lora, una de cuyas líneas ha venido a demostrar la presencia de contaminación en la leche materna de mujer.Un enorme revuelo ha originado la noticia y los más diversos medios tratan de ampliar los escasos datos que hicimos públicos. EL PAÍS seguía desde que comenzaron estas investigaciones el resultado de las mismas y sólo un prurito de modestia del doctor Pozo Lora, que en todo momento ha pretendido rehuir el sensacionalismo y evitar la alarma que la publicación de estos resultados en un medio no especializado pudieran desencadenar, nos ha vetado su publicación anterior. Ha sido a raíz de la concesión del premio Popular 1977 de Investigación, del programa de Radio Córdoba La Hora de la Verdad, cuando hemos podido comprometer al investigador a proporcionar dicho avance.
La investigación se ha venido desarrollando durante los dos últimos años y en su transcurso se han tratado ya 45 muestras de leche materna obtenidas en toda España, cuya toma ha sido dificultosa por falta de colaboración de las distintas maternidades. El doctor Pozo insiste en el deseo de hacer público el precedente de los trabajos de Repetto y colaboradores de la Universidad de Sevilla, si bien éstos se limitaron a la comprobación de la presencia de dos difenilclorados y de DDT, por cierto en mucha menor proporción que constatan los experimentos de Córdoba.
Las determinaciones del equipo de bromatología del doctor Pozo han cubierto la gama de doce plaguicidas y un fungicida sintéticos: DDT, ortoprima DDE, paraprima DDE, TDE, clordano, endrin, aldrín, alfa y beta HCH, gamina HGH, lindano, heptacloro y heptacloro epoxilo. El fuinigicida detectado en la leche materna ha sido el hexaciorobenceno.
Aparte del precedente citado, estas son las primeras investigaciones que se realizan en España sobre los insecticidas y plaguicidas organoclorados y son la consecuencia de los trabajos que desde hace tiempo viene realizando el equipo, que comenzaron con las leches naturales de vacuno y continuaron con las leches esterilizadas, las mantequillas y que, tras la leche materna, han culminado en el análisis de las leches en polvo maternizadas. El método seguido ha sido: tras la extracción, un tratamiento de purificación en columna, evaporación al vacío y análisis por cromatografía de gases con detector electrónico utilizando patrones de los mismos plaguicidas como testigos.
El origen de la contaminación la atribuye el doctor Pozo Lora fundamentalmente a los tratamientos agrícolas que de una forma indiscriminada se vienen realizando en la agricultura. La solución, en su concepto, estaría en la obtención de un método que tuviera en cuenta el progreso tecnológico y el equilibrio ecológico, ya que la difícil degradación de los contaminantes y su gran persistencia en el medio les da una alta capacidad de agresión, si bien habría que tener en cuenta que la legislación prevé a partir de mayo de 1976 la prohibición de uso de estos origanoclorados, estando pendiente de dictaminar si la contaminación actual es residual o es producto de un uso ilegal de estos productos químicos.
En relación a la alarma que pueda producirse, el doctor Pozo insiste en que la leche de mujer es un alimento indispensable por su alto valor biológico y en cualquier caso habría que considerarlo a niveles particulares de contaminación, entendiendo que el resultado de sus investigaciones debe servir más como voz de alerta que como motivo de alarma y que el objetivo debe ser el que entre todos no destruyamos el futuro, porque se ha de tener en cuenta que los niveles máximos de permisividad reconocidos por la Organización Mundial de la Salud y por la FAO en cuanto a la presencia de los contaminantes referidos están muy superados en casi todos los casos de las muestras estudiadas en la facultad de Veterinaria de Córdoba.
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