Strauss defiende la dictadura chilena

Diez días después de las controvertidas declaraciones del agregado militar cesante de la embajada de la República Federal de Alemania en Santiago de Chile, que se confesó decidido partidario de la dictadura chilena, el jefe del Partido Cristiano-Social de Baviera, Franz Josef Strauss, ha repetido casi al pie de la letra las observaciones del agregado. Según el líder ultraconservador alemán, aspirante a la cancillería de Bonn, el régimen chileno «choca con la incomprensión del mundo», mientras que «las fuerzas armadas de Chile intentan establecer en su país una nueva democracia». Respecto al derrocamiento del presidente Salvador Allende, Strauss ha comentado que «el marxismo no es una doctrina para los trabajadores, sino un invento de intelectuales».

Estas declaraciones han sido replicadas por el Partido Socialdemócrata, que atribuye a las palabras de Strauss el haber causado «un grave daño a la democracia en la RFA». El jefe ultraconservador ha reiterado por su cuenta a Pinochet, durante la ínauguración de un monumento a los primeros colonizadores alemanes en Chile, llegados hace 150 años, que «la RFA no tiene motivos para aplicar sanciones contra este país».Por su parte, el portavoz de la fracción socialdemócrata para asuntos relacionados con la ayuda al desarrollo, Uwe Holtz, ha acusado de cínicas las palabras de Strauss. Contando con la realidad de «decenas de miles de perseguidos políticos, de torturas, asesinatos y persecuciones, incluso más allá de las fronteras de Chile».

Con motivo de la visita de Strauss a Chile, se ha inaugurado en Llanquihue un monumento a los primeros cólonizadores alemanes, llegados al centro y sur del país hace siglo y medio. El monumento, que lleva la inscripción «a nuestros antepasados», se ha interpretado como un estímulo para el incremento de la población alemana en el país andino, cuyos militares más significados en la dictadura se han formado en academias militares alemanas y no ocultan sus simpatías hacia este país.

A raíz de la caída del nazismo se estableció en el sur de Chile una amplia colonia germánica, cuyos descendientes ocupan ahora puestos clave en la economía nacional, tras el derrocamiento de Allende. Con ocasión del 150 aniversario de las primeras emigraciones alemanas, se ha organizado un «viaje de estudios» para personas interesadas en establecerse en Chile. Según manifestó a EL PAIS el organizador del mismo, Klaus HoIzmann, «el precio del pasaje, 3.000 marcos (unas 100.000 pesetas), no es tan elevado si se tiene en cuenta el gran interés político de este viaje».

Por otro lado, la presencia de Strauss en Santiago se ha interpretado también como un respaldo de los grandes capitales alemanes al general Pinochet tras el intento de golpe de Estado de mediados de este mes.

Bolivia

La misma búsqueda de espacio exterior para la economía alemana parece haber caracterizado a la ,conversación de hora y media mantenida en Bonn por el ministro boliviano de Asuntos Exteriores, general Oscar Adriazola, con su colega alemán, Hans Dietrich Genscher. Aparte la construcción de una presa cerca de La Paz, ambos políticos parecen haber tratado el tema de una posible recepción por Bolivia de un elevado contingente de alemanes establecidos aún en Namibia.