El presidente de Venezuela inició ayer una visita a Brasil
Ayer se inició la visita oficial de cuatro días del presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, a Brasil. Desde hace cuatro años, durante el mandato de Rafael Caldera y Garrastazu Medici, no se producían entrevistas entre los jefes de Estado brasileño y venezolano. La visita de Pérez a Brasil, considerada de gran trascendencia, va a marcar un nuevo rumbo en las relaciones entre estos dos poderosos países latinoamericanos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Simón Alberto Consalvi, reconoció ante los corresponsales extranjeros acreditados en Caracas que, en efecto, se había producido durante un largo tiempo un distanciamiento en las relaciones bilaterales entre Venezuela y Brasil, pero que en estos momentos existían condiciones óptimas para un acercamiento.El canciller Consalvi, a quien se considera el artífice de la nueva política venezolana con respecto a Brasil, impulsada desde su nombramiento, hace tan solo tres meses, indicó que, a pesar del distanciamiento bilateral, Brasil y Venezuela habían mantenido posiciones muy próximas en materias supranacionales, como son los propósitos integracionistas de América Latina. «La integración no es una consigna política. Sólo la integración hará posible el desarrollo equilibrado y armónico de América Latina.»
El presidente Pérez y su colega brasileño, general Geisel, van a analizar juntos el proyecto brasileño de pacto amazónico, que integraría a todos los países de esta región. Durante un tiempo los hechos parecieron dar a entender que Venezuela no veía con buenos ojos los propósitos brasileños de integración, pero esta actitud ha cambiado.
Objetivamente es importante que Brasil y Venezuela, dos colosos de Latinoamérica, se pongan de acuerdo y mantengan objetivos comunes. La integración latinoamericana, a la que todos los países del área aspiran, es prácticamente imposible sin el concurso de alguno de los dos países.
Otro de los obstáculos que parecían existir para un armónico desarrollo de las relaciones entre Brasil y Venezuela era la política de derechos humanos defendida por el presidente venezolano, que chocaba seriamente con las múltiples violaciones a esos derechos en Brasil. El obstáculo parece estar salvado, pues, según el canciller Consalvi, «la interpretación que otros países den a la política de defensa de los derechos humanos no debe ser un obstáculo para las buenas relaciones mutuas».
Petróleo y energía nuclear
Aunque no está incluido en la agenda oficial de las conversaciones, es prácticamente seguro que Pérez y Geisel tratarán del tema del petróleo. Brasil, por razones de proximidad geográfica, es un mercado natural del petróleo venezolano, y el primero de dichos países tiene que importar más del 40 % de lo que consume. Venezuela, que mantiene una política conservacionista de sus reservas, no tiene interés por el momento en aumentar su producción, cifrada en 2.300.000 barriles diarios, pero sí estaría interesada en diversificar sus mercados.Otro tema que, sin duda, ocupará buen tiempo de las conversaciones entre Geisel y Pérez será la política nuclear de Brasil, país empeñado en convertirse en potencia nuclear en un plazo breve. Este tema produjo, a primeros de este año, una seria fricción entre los dos países, al apoyar Venezuela al presidente Carter en su petición de que Brasil no continuase con su programa nuclear. Ahora el presidente Pérez ha sugerido la idea de que el tratamiento y el aprovechamiento de la energía atómica en América Latina se haga a través de una empresa multiestatal, que podría contribuir a organizar de manera más armónica los trabajos para desarrollar esta alternativa energética.
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