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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La nueva derecha valenciana o el amor al cemento

«Sempre estem colonizats per algú». Bajo este lema, inicia Luis Marco, consultor de planeación regional y urbana del Banco Mundial y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, su libro Regionalismo y dependencia, que es básicamente un estudio del desarrollo económico y social del País Valenciano, en los momentos actuales. Su libro es una requisitoria contra la burguesía valenciana, dominadora de unas riquezas naturales sobre las que nos ha sido capaz de construir un esfuerzo industrializador autónomo. La industrialización del País Valenciano, que ha llegado a pesar de todo, ha sido traída de la mano de los grandes intereses financieros extranjeros. Entretanto, el capital valenciano ha sido derivado hacia actividades secundarias, como el turismo, incorporado a una política de explotación cuyos resortes se hallan, en gran parte, en el exterior.Luis Marco observa y critica el fenómeno paralelo de la creciente conciencia regionalista y autonomista. No mostrándose contrario a ella, la ve cernida de peligros. «Los movimientos autonomistas españoles no parecen haber comprendido que más allá de las lenguas y culturas regionales, están las decisiones económicas que se toman fuera de la región. Por poner un ejemplo: poca autonomía podrían conseguir las comarcas de la provincia de Valencia cuando el escapan las decisiones de la Ford y de la IV Planta Siderúrgica..» Valencia, según Marco, ha sufrido, sobre todo a partir del setenta, impactos económicos no planeados. «decididos en función de un excedente de mano de obra y comunicaciones aceptables». Estos impactos fueron aceptados por la nueva derecha valenciana, «vinculada a las grandes empresas del cemento», la cual aclamó la autopista del Mediterráneo como «carrer major del País Valenciá». La instalación de las grandes industrias en Valencia colmó una larga ambición histórica, pero ha llegado en un momento «desfasado». La infraestructura social (viviendas, servicios) y la de transportes no están resistiendo el impacto. Al contrario, la estrategia de desarrollo que se ha elegido favorece la conversión del valor de uso en valor especulativo; es una nueva fase de la acumulación de riqueza.

Regionalismo y dependencia

Luis Marco. Editorial Ayuso. Temas actuales/6, colección de bolsillo n.º 18. Madrid, 1977

Luis Marco denuncia una maniobra: «La nueva derecha se defiende abogando por un socialismo valenciano que estaba ausente a la hora de analizar la autopista del Mediterráneo y la central nuclear de Cofrentes. También se distinguió por su elitismo valenciano, excluyendo a los alicantinos.»

Al autor no le interesan tanto los planes de desarrollo como un plan regional valenciano, que permita el crecimiento y la distribución del producto social. Porque sólo existe regionalismo independiente cuando existe autonomía económica. Cuatro requisitos pone Marco para un regionalismo independiente: consenso democrático; disponer de una estrategia política y económica; el desarrollo regional debe basarse en planes territoriales de ordenación y participación; en fin, la última condición es la de internalizar los excedentes. La aportación documental y estadística es abundante. Sólo la clara intencionalidad democratizadora y social de que da muestras el autor hace que el libro sea algo más estimulante que un estudio. sobre planificación: es, sobre todo, el análisis de unos tejidos vivos sobre los que se ha intervenido rudamente y con excesivo daño.

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