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Debates en las Cortes

El Congreso podrá alterar la asignación presupuestaria de un ministerio

El Congreso de Diputados podrá alterar en los Presupuestos Generales del Estado que le remita el Gobierno antes del 15 de octubre de cada año, los conceptos presupuestarios correspondientes a un mismo Ministerio -siempre que no afecten al importe total-, pero no realizar aumentos o disminuciones entre las cantidades asignadas a departamentos ministeriales diferentes. Este fue uno de los pactos más sobresalientes que se produjo ayer en la Comisión de Reglamento del Congreso, junto con la inclusión de un nuevo precepto que exige mayoría absoluta para la aprobación final del conjunto de la Constitución.

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Después de la tempestad de la jornada anterior entre UCD y PSOE, en el seno de la junta de portavoces del Congreso, ayer reinó la calma en la Comisión de Reglamento de la Cámara Baja, levemente alterada a propósito del procedimiento legislativo para la elaboración de los presupuestos.Tras las sesiones de mañana y tarde, a lo largo de las cuales se aprobaron veintisiete nuevos artículos, parecía existir un principio de consenso para evitar, en el debate que hoy se producirá sobre el control parlamentario, nuevos enfrentamientos entre el PSOE y la UCD.

Durante la sesión de la mañana, la Comisión de Reglamento del Congreso deliberó sobre los procedimientos legislativos ordinarios de urgencia y presupuestario.

En relación con el primero, se reguló la deliberación en el Pleno del Congreso sobre los votos particulares y enmiendas presentados y sobre la competencia legislativa plena de las comisiones cuando así lo decida la Mesa del Congreso. El debate en el Pleno fue considerado por el gurpo comunista como una «sucesión de monólogos», por lo que el señor Tamames defendió, sin éxito, la posibilidad de rectificaciones y explicaciones de voto. La tramitación del procedimiento de urgencia -que podrá instarse por iniciativa del Gobierno, de dos grupos parlamentarios o de cincuenta diputados- fue aprobada por unanimidad.

El tema más interesante se planteó a propósito del procedimiento presupuestario, en el que la minoría socialista de la ponencia discrepó de la mayoría de UCD. Los socialistas consideraban que en las enmiendas al proyecto de ley de presupuestos que supongan aumentos de crédito en algún concepto se admitirían a trámite si se proponía una baja de igual cuantía en otro concepto del presupuesto. UCD pedía que en ese mismo caso, la baja propuesta afectara a la misma sección y capítulo.

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Cañones o mantequilla

La trascendencia política del tema residía en el alcance de las atribuciones parlamentarias sobre la elaboración del presupuesto. En nombre de la parte UCD de la ponencia, el señor Benzo advirtió del peligro de cambiar la estructura del presupuesto en el Congreso, mientras que el ponente socialista, señor Fajardo, concibió los Presupuestos Generales del Estado, no como un acto del Gobierno sometido al control del Parlamento, sino como una ley que requiere una profunda participación.

Insistió el señor Martín Toval en la conveniencia de que la Comisión de Presupuestos pueda modificar los conceptos presupuestarios, siempre que no afecten a su importe total, pero que permita decidir si las asignaciones presupuestarias se destinan -dijo- «a cañones o a mantequilla» y, en todo caso, colaborar constructivamente a la elaboración de una política económica.

El señor Sotillo acusó a UCD de intentar escamotear la discusión de la ley de Presupuestos al Congreso, pretensión que fue negada por el señor Benzo, quien señaló que la lógica parlamentaria puede llevar a oponerse a todo el presupuesto si no se está de acuerdo con la política económica que contiene, pero no puede alterar los conceptos presupuestarios, ya que, llevando hasta sus últimas consecuencias el propósito socialista, podría acordárse que no se consignara ni una sola peseta para, educación, obras públicas u otro concepto.

La fórmula de compromiso pactada durante un extenso descanso y aprobada por unanimidad consiste en que las enmiendas que supon gan aumento de crédito en algún concepto habrán de proponer «una baja de igual cuantía en otro concepto de la misma sección». Es decir, el Congreso de Diputados podrá modificar las partidas pre supuestarias elevando o reduciendo el importe de los conceptos correspondientes a un mismo Departamento ministerial, pero no a dos diferentes. Se podrán cambiar, por ejemplo, las cantidades destinadas a educación básica y a universidades, pero no se podrá compensar, por ejemplo, con una baja en una asignación para Industria, una elevación presupuestaria en alimentación.

Otro punto controvertido sobre el que se produjo pacto se refiere al equilibrio presupuestario. Quedó regulado de forma que los proyectos de ley del Gobierno que impliquen un aumento de gastos o disminución de ingresos y comporten créditos que excedan del 10% del total de créditos del presupuesto, será necesario que los apruebe la mayoría absoluta de los miembros de la Comisión, y cuando se trate de análogas proposiciones de ley, que excedan el 5% del total citado, se requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación.

Convenios internacionales

Durante la sesión de la tarde se aprobó la ratificación de los tratados y convenios internacionales. Con el apoyo socialista prosperó la enmienda del comunista Fernando Soto según la cual "los tratados y convenios internacionales de obligada ratificación parlamentaria, serán presentados por el Gobierno al Congreso dentro de los tres meses posteriores a la fecha de la firma."

Por último, se dictaminó el capítulo en torno al procedimiento legislativo para la elaboración de la Constitución, cuyos artículos fueron aprobados con relativa facil¡dad. La mayoría de las enmiendas debatidas fueron defendidas en nombre del comunista señor Soto, por su compañero de grupo Solé Barberá, y tendían a proteger la libertad del diputado y a evitar «la guillotina» durante la elaboración de la Constitución.

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