Dureza en la postura de López Rodo y reservas de Trías Fargas sobre la reforma fiscal
Ayer comenzó el estudio del proyecto de ley sobre medidas urgentes de reforma fiscal en el seno de la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de Diputados. Esta primera sesión estuvo dedicada a intervenciones de cada grupo parlamentario en torno al proyecto, y en ella pudo comprobarse un cierto endurecimiento de posiciones por parte de Alianza Popular y la minoría vasco-catalana; mientras el señor López Rodó atacaba, en nombre de la primera, a «un Gobierno que no gobierna», el señor Trías Fargas expresaba sus dudas de que esta ley vaya a aplicarse, dado su carácter demagógico y el excesivo número de mecanismos persecutorios que el representante de la minoría vasco-catalana cree observar en el espíritu del proyecto.
La sesión comenzó con unas palabras del presidente de la Comisión, señor García Añoveros, en torno al dolor producido por el atentado terrorista de ayer. Seguidamente hizo uso de la palabra el diputado Santiago Rodríguez Miranda, de UCD, quien defendió el proyecto en nombre del Gobierno. Destacó el hecho de que esta ley nace como fruto de un pacto entre los grupos, políticos representados en la Cámara, resaltó la equiparación entre la amplitud que se da a temas como el delito fiscal o la investigación de cuentas corrientes bancarias, con la existente en otros paises europeos.El señor Trías Fargas, en nombre de la minoría vasco-catalana, puso de manifiesto la existencia de un acuerdo básico entre su grupo y el Gobierno en este proyecto de ley, porque es difícil oponerse a la tipificacíón del delito fiscal o a que los ricos paguen más, pero ello no es obstáculo para expresar una serie de reservas. Para el señor Trías Fargas esta ley corre el riesgo de no ser aplicada.
Lo que se va a recaudar con el impuesto sobre el patrimonio le parece «una lágrima en el mar de nuestras necesidades», por lo cual su única justificación puede ser política.
Asimismo, habló de esta guisa sobre el ambiente que existe en torno a las empresas: «Cuando un periodista se levanta por la mañana sin tema, escribe algo contra la empresa: en cambio, el empresario se levanta cada mañana sin saber si su empresa va a ser rentable, si va a ser nacionalizada o, en definitiva, si al día siguiente va a seguir siendo suya.» También se lamentó de que la amnistía fiscal no haya precedido al proyecto, y tras manifestar que estaría de acuerdo con una ley de revisión de ciertas fortunas -logradas, dijo, por contubernios del anterior régimen-, dijo no estarlo con el espíritu revanchista que preside este proyecto, cuando las autoridades estatales fueron las primeras delincuentes fiscales de este país.
La izquierda, más favorable
Enrique Barón, en nombre del PSOE expresó el asombro que producía a su grupo tener que estudiar un proyecto de ley sobre reforma fiscal sin que el Gobierno haya presentado aún su programa económico a las Cortes. Centrándose después,en el proyecto, expresó los puntos del mismo que parecen positivos a los socialistas, como el impuesto sobre el patrimonio. Resaltó después que, en los diez últimos años, la recaudación por el impuesto sobre el trabajo personal ha crecido un 14% mientras los de renta de sociedades y renta de las personas físicas sólo lo han hecho en un 4%.
El señor López Rodó, en nombre de Alianza Popular, comenzó por trazar un panorama catastrófico de la actual situación económica, y afirmó que ello estaba en función de la situación política, de forma que no pueden esperarse mejoras con el terrorismo, el asambleísmo demagógico, las huelgas y otras cuestiones negativas. Calificó de escalofriante el paro existente -a este respecto dio la cifra de un millón y medio de personas sin empleo, la más alta de cuantas fueron manejadas a lo largo de la sesión-, y examinó lo que le habría ocurrido a un ahorrador que, confiado con la llegada de Suárez al poder, hubiera invertido 100.000 pesetas en Bolsa en julio del año pasado: ahora obtendría por sus acciones poco más de 31.000 en pesetas constantes.
Por su parte, el señor Tamames, del grupo comunista, consideró que las medidas contenidas en este proyecto de ley pueden considerarse buenas, aunque insuficientes, y dejó claro que la preocupación de su grupo se centra en el entorno de esta ley. Constató que el pequeño ahorrador está desilusionado, efectivamente, pero desde mucho antes de la llegada de Suárez al Gobierno, indicó que una entrada de los comunistas en el Gobierno no provocaría una fuga de capitales, entre otras cosas porque ya se han ido casi todos los que iban a marcharse.
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