La OTAN debe reforzarse mientras no haya un acuerdo con Moscú
Estados Unidos considera que no disminuirá la amenaza militar soviética y cooperará con sus aliados de la OTAN para mantener la capacidad defensiva de la organización, mientras sea imposible un acuerdo con la URSS para limitar el uso de armas estratégicas en Europa central. Carter, que declaró ayer en la reunión de primavera de la Alianza que su país actuará sin reservas en ese campo, no se mostró pesimista sobre sus relaciones con los soviéticos, pero dijo que será difícil convencerles de que deben abandonar su política competitiva en el terreno militar.
El estado de la distensión Este-Oeste, y en especial las relaciones militares de Occidente con la Unión Soviética son los temas principales de la conferencia que la OTAN comenzó ayer en Londres. La agenda de esta reunión de la Alianza Atlántica fue expuesta por Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos, en un discurso en el que expresó su optimismo sobre la solidez de la estrategia y la doctrina de la organización.Catorce jefes de Estado y de Gobierno están presentes en esta cumbre defensiva que se celebra en la capital británica. El presidente de Honor es Ramalho Eanes, de Portugal, a quien en la ceremonia inaugural James Callaghan, primer ministro británico, confundió con el presidente de Brasil.«El buen estado de la Alianza -dijo Carter, en la intervención más esperada de todas- es una consecuencia de los progresos que se han hecho de cara a la unificación de Europa.» En su discurso, Carter elogió la actitud de la CEE y comprometió a su país en la cooperación con sus aliados continentales para promover un comercio de armamentos defensivos equilibrado y eliminar la duplicación entre distintos programas nacionales.
El presidente norteamericano, que no habló en la asesión inaugural, sino en la primera sesión de trabajo, en Lancaster House, trazó el programa que la OTAN debe fijarse para la próxima década, y señaló incluso fechas y cometidos de los distintos organismos que integran esta, entidad.
El interés de Carter por reforzar la Alianza Atlántica es un reflejo de lo que quiere ser la política exterior estadounidense. «Seguiremos haciendo de la OTAN el corazón de esa política», señaló Jimmy Carter, para hacer efectiva esa preocupación.
Carter espera que europeos y norteamericanos estudien medios conjuntos de desarrollo, producción e investigación sobre equipamiento defensivo. Depende de los aliados la extensión del compromiso estadounidense en esos terrenos. Carter está dispuesto a llegar a donde ellos quieran para reforzar la Alianza y establecer un equilibrio verdadero con las fuerzas del Pacto de Varsovia.
Tanto en el discurso de Carter como en el de Callaghan, que abrió oficialmente la conferencia, la distensión apareció como preocupación principal de los aliados, y el poderío del Pacto de Varsovia, como una amenaza para el equilibrio militar entre bloques.En Belgrado, donde se van a examinar los resultados del tratado de Helsinki el mes que viene, «Estados Unidos pondrá énfasis en que los acuerdos se apliquen en todos los países signatarios, que han de cumplir por igual -dijo- todas las claúsulas del acta final. »
Por lo demás, ni el presidente de Estados Unidos ni el primer ministro británico menospreciaron lo conseguido en Helsinki. Por el contrario; Callaghan señaló el impacto positivo que esa conferencia ha tenido en las relaciones entre los distintos Estados.
Carter, sin embargo, indicó que desde entonces «la Unión Soviética ha alcanzado una notoria equivalencia estratégica nuclear, y que el Pacto de Varsovia ha acentuado su actitud ofensiva en Europa; sus fuerzas -reiteró- son mucho más poderosas que lo que es preciso para mantener propósitos defensivos. Nuestra prioridad, llegados a este punto -concluyó- es lograr un acuerdo inmediato con la Unión Soviética para reducir y limitar paralelamente nuestra fortaleza militar. Mientras ese acuerdo no se consiga, nuestro poderío militar debe ser mantenido».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.