Doscientas toneladas de uranio desaparecidas en 1968 pueden estar en Israel
Hace nueve años un barco con una carga de doscientas toneladas de uranio desapareció en alta mar. La historia de la pérdida del uranio y la incógnita sobre su destino final se mantuvo en secreto hasta la semana pasada, cuando la Administración Carter pidió al Congreso que aprobara una apelación oficial a todos los países interesados para que adopten un control más riguroso sobre armamento nuclear.
Aunque las investigaciones, a través de cuatro países, nunca resolvieron oficialmente el misterio de la desaparición, algunos agentes americanos y europeos de los servicios de espionaje están convencidos que el cargamento de uranio se encuentra en Israel, que desde 1963 posee un reactor en el desierto del Neguev, en Dimona, capaz de suministrar el material «crudo» para la fabricación de bombas atómicas.El reactor de Dimona es uno de los lugares más secretos de Israel, donde no se ha permitido el paso a las autoridades internacionales de control nuclear, ni a los propios norteamericanos.
En alguna ocasión, funcionarios estadounidenses declararon que este reactor ha generado suficiente plutonio como para fabricar quince bombas nucleares, cada una de ellas con potencia explosiva equivalente a 20.000 toneladas de trinitotolueno (TNT). La embajada de Israel en Washington, afirmó no saber nada sobre este tema.
Según un agente de la CIA (que no ha querido revelar su nombre) el misterio comenzó en 1968, cuando un buque con doscientas toneladas de uranio salió hacia Génova, desde Amberes, con escala en Rotterdam; el buque, con bandera alemana, y su carga, nunca llegaron a su destino.
Según fuentes oficiales europeas, el barco apareció unas semanas más tarde, con una bandera de otro país, con distinta tripulación, y con otro nombre, pero el uranio había desaparecido. La desaparición del uranio provocó una campaña de investigación por parte de la CIA, y las agencias de espionaje de otros tres países. Todo resultó inútil, al no encontrarse indicios de lo que ocurrió con él uranio desaparecido.
La denuncia de la desaparición fue hecha por miembros de la Comisión de Energía Atómica Europea. Fuentes norteamericanas, que han seguido este caso desde el principio, aseguran que hay suficientes indicios como para pensar que el uranio volvió a la República Federal y «no fue robado»
Fuentes israelíes han desmentido anoche tener noticia alguna sobre la desaparición del barco alemán y su carga. A la publicación por los diarios más importantes de Israel de las noticias norteamericanas sobre el tema, fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron «no saber nada» del asunto.
Israel ha reconocido tener capacidad nuclear, pero nunca ha permitido la inspección de su centro atómico de Dimona, construido con ayuda francesa a principios de la década de los sesenta. La desaparición del cargamento de uranio se produjo siendo Golda Meir primer ministro y Moisés Dayan ministro de Defensa.
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