El disidente checoslovaco Kohout escribe a Carter
El dramaturgo checoslovaco y socialista crítico Pavel Kohout ha escrito una carta al presidente Carter pidiéndole que se interese más activamente por la situación de los contestatarios de su país. Se repite, pues, en Praga el precedente establecido por el soviético Sajarov.Un día después de la retirada de un diplomático norteamericano de la conferencia de de los Derechos Humanos, en Ginebra, tras reconocer que Washington hizo no poco para el derrocamiento del presidente Allende, de Chile, Kohout reclama ayuda a Carter. La televisión checa ha difundido la noticia apostillando que este escritor «tiene más que suficiente dinero para adquirir un billete de avión y volar a Washington si lo desea. No dudamos -añade el informador- de que nuestras autoridades le darán ininediatamente un visado. El presidente Carter le recibirá, desde luego, porque ya lo ha hecho con individuos como Pinochet, Bukovski y otros similares».
Ayer, jueves, todos los,diarios de Checoslovaquia aparecieron con por lo menos tres artículos o noticias conteniendo un ataque explícito o implícito contra el presidente norteamericano. Entre las acusaciones que se le formulan se incluye la de no haber liberado aún a varios militantes políticos com prometidos con la defensa de los derechos humanos en Estados Unidos. Igualmente se le ataca por el nombramiento del almirante Turner, conocido anticomunista, como nuevo jefe de la CIA, y por las estrechas relaciones económicas y militares de Norteamérica con una larga serie de dictaduras capitalistas. Bajo el título «El rey se ha quedado desnudo.» Rude Pravo critica duramente la reacción del presidente respecto del discurso del representante norteamericano en la Comisión de la ONU para los Derechos Humanos. Brady Tyson «El Gobierno de Carter -dice el diario del PC checo- se distanciaría de buen grado, al menos aparentemente, de la crueldad institucionalizada del régimen de Pinochet. Sin embargo, esta maniobra táctica no significa que América se disponga a cortar su ayuda, bajo cuerda, al dictador chileno. La declaración de Tyson ha sido, sin duda, un rudo golpe contra la maquinaria propagandística de Carter, que insiste en hablar de violaciones de los derechos humanos en los países socialistas y oculta la falta de libertades en los capitalistas. La realidad deja ahora, al descubierto el fariseísmo de la política americana».
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