Washington confía en resolver su crisis con Uganda
Después que el presidente de Uganda, Idi Amin, declarase ayer que nunca había pensado capturar rehenes norteamericanos, tras los últimos acontecimientos registrados en aquel país africano, el presidente Jimmy Carter dijo ayer que la situación en Uganda parecía mejor, y expresó su confianza en que «todo saldrá bien», sin añadir más detalles.
Sin embargo, toda la maquinaria gubernamental se puso en estado de alerta del mismo modo que lo haría para enfrentar una crisis internacional, y un funcionario del Departamento de Estado reconoció la existencia de planes de actuación ante la eventualidad de que las cosas no se desarrollen «del modo que esperamos».Las explicaciones tranquilizadoras de altos funcionarios ugandeses y del propio Amin no hacen ya temer por las vidas de los norteamericanos retenidos en Uganda, pero existen dudas sobre cuáles serán las intenciones del pintoresco dictador africano al obligar a los ciudadanos estadounidenses a reunirse con él mañana, lunes, y a llevar consigo «una lista de todas sus propiedades, incluyendo gallinas, cerdos y otros animales».
Al principio, la sorprendente decisión de Amin se consideró una represalia por las declaraciones en la críticas hacia su régimen hechas por el embajador estadounidense en la ONU, Andrew Young, y por el propio presidente Carter, que calificaron de «asesinatos» la muerte de un obispo anglicano y dos ministros de Amin, acusados por éste de conspirar para derrocarle.
En un telegrama de 5.000 palabras enviado a Carter, el mariscal de campo Amin, como él mismo se llama, insiste en su explicación de que la muerte de las citadas personas fue debida a un accidente de automóvil, y asegura tener pruebas fotográficas y testimoniales que así lo confirman.
Amin aprovecha su largo mensaje a Carter para advertirle que no se deje engañar por los informes falsos que le presenta la CIA, y le recuerda «los crímenes que ha cometido Estados Unidos en nombre de la democracia en varias partes del mundo», aconsejándole que pida una investigación sobre los mismos a la ONU, en vez de preocuparse por los derechos humanos en Uganda.
Entre otras cosas, Idi Amin recuerda al presidente norteamericano la fallida invasión de Cuba en la bahía de los Cochinos, los «asesinatos en masa» de Hirosima y Nagasaki, los «millones de víctimas indiscriminadas» provocadas por los bombardeos americanos en Vietnam, Camboya y Corea, y asegura que Estados Unidos tiene el mayor récord mundial en asesinatos, incluidos los de presidentes y líderes religiosos, así como en discriminación racial.
El Pentágono desmintió rotundamente que hubiese tropas estadounidenses dispuestas para intervenir en Uganda, aunque el general Brown, jefe del Alto Estado Mayor conjunto, admitió, en Los Angeles, antes de volar urgentemente a Washington tras conocer la noticia, que Estados Unidos «tiene los recursos militares necesarios para responder a cualquier amenaza a las vidas americanas».
Tras advertir a Carter que no se deje cegar por aquellos que quieren derrocarle, como la CIA, Idi Amin ruega al presidente que transmita su saludo al pueblo norteamericano, «tanto a blancos como a negros», y expresa su confianza de visitarle en la Casa Blanca en «un próximo futuro».
Mientras se espera la reunión del lunes entre Amin y los residentes norteamericanos en Uganda, la embajada de la República Federal de Alemania en Kampala, encargada de los asuntos estadounidenses en Uganda, aconsejó a los ciudadanos norteamericanos, que permanezcan en sus casas, especialmente por la noche y que eviten cualquier acto que pudiera ser considerado como una provocación por los soldados ugandeses.
Intervención cubana
Pero un nuevo e insospechado elemento fue introducido ayer en la crisis al hacerse públicas, en Estados Unidos, las revelaciones del diario de Kenya Nairobi Standard de que Cuba y Uganda firmaron un acuerdo militar a primeros de este mes, y que son más de mil los soldados cubanos estacionados en el país africano.Citando a «fuentes dignas de todo crédito», el periódico asegura que una delegación cubana de alto nivel se encuentra en Kampala para discutir con Idi Amin la posibilidad de facilitarle más ayuda militar. El Departamento de Estado norteamericano anotó esta información. Amin afirmó ayer que contaba con el apoyo de «todas las fuerzas armadas libias», ofrecidas por el coronel Gadafi para defender a Uganda de una agresión exterior por parte de «fuerzas regulares o mercenarias».
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