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El Este, entre el pacifismo y la disidencia

Moscú reitera a Roma su deseo de distensión en Europa

El ministro de Relaciones Exteriores italiano, Arnoldo Forlani, regresó ayer de su visita oficial a la Unión Soviética sin hacer escala en Praga como proyectaba. Forlani ha querido protestar con este gesto por la represión de los disidentes que se ha recrudecido últimamente con la Carta 77.Las ideas fundamentales en que ha insistido Brejnev son estas: el pueblo soviético sigue compacto y unido en torno a los quince millones de.afiliados al Partido Comunista. Se equivoca quien se muestre escéptico sobre la distensión en Europa. Es necesario ayudar a las palomas contra los halcones en el conflicto de Medio Oriente.

Forlani se ha mostrado amigo de la distensión, imposible sin la.libre circulación de hombres Y'de ideas, sin la reducción del armamento, y sin las conferencias paneuropeas sobre energía, transportes, defensa del medio ambiente, que tanto le gustan a Brejnev. Este ha querido saber concretamente si Italia estaría dispuesta a firmar un tratado, al margen de la OTAN comprometiéndose a no recurrir al arma nuclear. De un país que de 55 millones de habitantes dispone sólo de 300.000 soldados, difícilmente podría venir el primer golpe. Forlani ha replicado además que no se puede Glvidar que Europa occi,dental es más débil en armas convencionales' que la del Pacto de Varsovia, y que por eso Italia se atiene al criterio colectivo concertado por la OTAN.

El equilibrio actual no garantiza la seguridad.

En cuanto a las relaciones económicas, Italia no ha podido contentar a los soviéticos abriendo la línea de crédito de setecientos millones de dólares que solicitaban. Tal concesión perjudicaría las negociaciones del gobierno italiano con el Fondo Monetario Internacional. La Unión Soviética debe, además, a Italia 3. 100 millones de dólares.

La fórmula propuesta por Italia de cubrir el nuevo crédito con promissory notes soviéticas, una especie de pagarés a cobrar en el mercado internacional, o con deudas italianas con el exterior, no podía ser bien acogido por un país como la URSS, con una programación económica poco elástica.

La negociación, de todos modos, ha quedado abierta y acaso aplazada hasta la visita que el ministro de Comer cio Exterior, Rinaldo Ossola, efectúe a Moscú a fines de febrero. La URSS necesita Financiar con créditos a largo plazo su plan de reestructuración de la industria química. Por su parte el gobierno italiano necesita reducir el costo del trabajo y los gastos públicos para obtener los créditos que ha solicitado al Fondo Monetario y a la Comunidad Económica Europea, la cual, desde el 20 de diciembre pasado, ha aplazado ya una reunión al 17 de este mes y de nuevo al 14 de febrero sobre el caso Italia.

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