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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La producción colectiva de un antilibro

En este ambiente cultural, por decir algo, tedioso y aburrido en que nos movemos, resulta muy de agradecer la aparición de un libro como Sucesión de Máscaras/Monumentos de palabras /Reunión de poderes. Y no sólo por lo que tiene de distinto y fresco, de contestario y propiamente-artistico sino por todo lo que supone de contracultural, de salida a una cultura estancada, que ni dice ni puede decir nada nuevo.

Ya digo: por un lado, el poema larguísimo de Carlos Rodríguez Sanz, ha sabido encontrarse con. los dibujos de hasta treinta y cuatro dibujantes, y construir un único texto, interrelacionado, auténtico -mundo que nos habla, por analogía, de este mundo nuestro,: pérfido y absurdo, y deja ranuras que a veces son satánicas y otras' 'histéricas, hacia paraísos más o menos artificiales, hacia soluciones, que -en muchos casos se leen como individuales., pero que son inmediatamente contestadas por la misma temática del libro.Pero de las cenizas de lo. viejo ha _de nacer lo, nuevo: Y en este. libro, en el ejemplar que.: tenemos, en las manos, hay ya. el presagio y el, avance de la nueva época. Primero: porque Ias trescientas cincuenta pesetas que cuesta, son. su estricto valor de costo. Quiere decir que el arte, es gratuito, juego, diversión amarga. Pero que no es negocio ni sacaperras, que es ocio y ,superabundancia de creación, lo que tiene que ser. Para ello, ha tenido que hacerse una cooperativa editorial, un grupo de locos-socios, que adelantan el dinero a sabiendas de que no ganarán un duro. Y así, en nuestras manos, éste que podría ser carísimo -dense una vueltecita por los libros de Arte, por cualquier texto ilustrado y verán- está absolutamente asequible.

Pocos ejemplos más en nuestro panorama: las contraeditoriales, tipo La banda de Moebius, que buscan raros circuitos y son, en cambio, castigados por la Administración con prohibi ciones, como la reciente de «El manifiesto antinacionalista de la Comuna Zamorana». O antilibrerías, como Panorama, que siempre serán pobres, porque se niegan a vender los libros regresivos. Casualmente, best-seller... de la, derecha y la izquierda instalada. Que de todo hay.,

Así que las salidas menos artificiales, porque en la construcción, y edición y hasta venta de Máscaras/ ... Palabras/.. Poderes hay mucho de profecía con sesgos de realidad posible. Y menos de individuales, porque todo el libroes,una canción a lo colectivo a la concreación, desde el principio al, final. Y de ese tratamiento, distinto a la producción del mismo libro, cuando los artistas bajan de sus torres doradas y se pringan las manos en el dinero que ha de costar, en la materia misma, repetida hasta los tres o cinco mil ejemplares, en cada lector que debe comprarlo. Y así, los autores están más, cerca del menos anónimo lector, y las distancias que esta cultura -por decir algo, marca entre arte y pueblo, entre producción y consumo de la obra, se acortan.

Y las funciones autor-lector se confunden, como se confunden las de dibujante-escritor, las de creador- productor. En resumen: que Máscaras/ ... Palabras/ ... Poderes es algo más que un libro: es un ejemplo de por dónde van los tiros. Y Mescalito, ese personaje que funciona como el diablillo, la bruja o imagen pérfida del mundo, un signo que a un tiempo habla de pasado malo y futura liberación.

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