Andreotti refuerza su posición en la DC italiana

El primer ministro italiano Giuiio Andreotti regresó ayer de Estados Unidos con la promesa seria de una ayuda tangible. Por lo tanto el Consejo Nacional de la Democracia Cristiana comienza hoy a deliberar en una atmósfera de optimismo. Es de suponer que el éxito político y económico del viaje del «premier» reforzará la línea Andreotti-Zaccagnini en el seno del partido.

Esta línea sigue consistiendo en una amplia colaboración de todas las fuerzas democráticas. Debilitarla es debilitar el marco general político del país. Es además la única línea que puede conjurar un retorno o reflujo a la derecha, que justamente temen socialistas y comunistas. Lo ha dicho claramente Berlinguer en una entrevista al semanario de su partido, Rinascita, en la que también propone un «new deal» o nuevo modelo de desarrollo de la sociedad, desafiando a la Democracia Cristiana, que no es capaz de ofrecer otra alternativa al «compromiso histórico» o colaboración con los comunistas.La polémica sobre el «compromiso histórico» la ha vuelto a plantear estos días el Partido Republicano, acusando a la Democracia Cristiana de practicar de hecho el tal compromiso con los comunistas. La Democracia Cristiana replica que dicha colaboración no es compatible con el modelo de sociedad avanzada democrática, al que continuamente el partido de inspiración cristiana se refiere.

A Andreotti le urgía, para contener o sofocar las maniobras que desde su mismo partido le asediaban, demostrar a los americanos dos cosas: que su fórmula de Gobierno cuenta con un amplio consenso en el país y que, cuanto más éxito tenga, inferior será la presión por un ingreso de los comunistas en el Gobierno.

Se puede afirmar que la «operación confianza o credibilidad» le ha salido bien al astuto discípulo de De Gasperi. Los americanos han aprobado en primer lugar la ortodoxia de las medidas económicas de austeridad adoptadas por Andreotti para reducir el costo del trabajo y contener el gasto público.